Valença do Miño se prepara para acoger un parque temático de capital gallego que, con 13 hectáreas de superficie en su primera fase, se catapulta como un nuevo foco de atracción turística para toda la eurorregión. El eje central del proyecto que apadrinan cuatro empresarios de Vigo, con una inversión de 3,5 millones de euros, es un parque de agua de 31.800 metros cuadrados que incluye cuatro piscinas, ocho toboganes de hasta 125 metros de largo y otras atracciones para toda la familia.
La asamblea municipal dio el viernes luz verde al proyecto aprobando su declaración de utilidad municipal. «Era el trámite fundamental para que pudiera ejecutarse después de un año de negociaciones», confirmó el regidor valenciano, Jorge Salgueiro Mendes. El alcalde explicó que, una vez conseguida esta clasificación, la promotora debe presentar el proyecto para obtener la correspondiente licencia de obra. No parece que los plazos se vayan a dilatar ya que el proyecto se negoció durante meses. La promotora prevé que los trabajos de construcción, una vez dispongan del preceptivo permiso, no superen los ocho meses.
«Es un proyecto bueno para las dos riberas del Miño, fundamental para potenciar la economía, el empleo y el turismo poniendo en valor nuestro patrimonio medioambiental», destacó el alcalde luso.
La declaración de utilidad ha permitido que se conozcan ya detalles del proyecto que la promotora guarda con el celo que obliga su gestación.
José Manuel Roig Martín, administrador de Dipakart, nombre del grupo que respalda el proyecto, desveló ayer la filosofía de la iniciativa y los elementos más destacados del parque acuático. «Es un espacio destinado a facilitar el ocio familiar al aire libre», destaca Roig Martín.
Las cuatro piscinas tienen ofertas distintas. En una hay un trampolín y una pista americana, o sea una zona de juegos de obstáculos e inflables de la que pueden disfrutar niños, adultos y pequeños a la vez. El segundo espacio incluye dos toboganes de cuerpo tubular, uno cerrado y otro abierto, de 80 metros de longitud cada uno. Aquí se incluye una de las atracciones acuáticas más impactante ya que habrá un kamikaze. Suele ser el rey de este tipo de instalaciones y, en este caso, el tobogán alcanza los 10 metros de altura y 25 de largo por lo que la liberación de adrenalina está asegurada para quienes busquen emociones fuertes dada la velocidad que se puede conseguir en el descenso hasta el agua.
En el tercer espacio, cuatro toboganes en una misma atracción que se precipitan a lo largo de 125 metros lineales, como una montaña y un tobogán con lancha, un río rápido. La piscina principal ocupa 1.500 metros cuadrados pero trabaja con 30 centímetros de agua ya que está diseñada para todos los públicos. El motivo central de esta atracción es una estructura con un castillo pirata, un juego interactivo de 40 metros de largo por 20 de ancho y 14 de alto, con capacidad para 750 personas a la vez. La oferta se completa con dos zonas de restauración, quioscos y aseos.
El parque tendrá un espacio para el karting de 32.000 metros cuadrados, planificado para que cualquiera pueda iniciarse también en este deporte en una pista de un kilómetro. El proyecto se completa con un jardín de las camelias en el que habrá más de un millar de ejemplares de esta especie característica de la zona. Conjugar la zona acuática con el kárting y el jardín citado «pretende contribuir también a desestacionalizar el turismo ya que, aunque la época estival será la de mayor afluencia, el parque podrá disfrutarse durante todo el año».
Otro de los atractivos será la exposición permanente que reúne cerca de 300 máquinas y aperos de agricultura tradicional, que el vigués Ángel Dacal cederá para el espacio. El parque está situado en la zona sur de Valença, entre las parroquias de Silva y San Pedro da Torre, cerca del nudo de la autopista.
in La Voz de Galicia