Ahora, el objetivo de Iván Pereira es clasificarse para participar en Mundial de Triatlón
Ironman es la prueba más exigente de triatlón. Consta de 3.86 kilómetros de natación, 180 de ciclismo y 42,2 de maratón. El tiempo límite para completar este recorrido es de 17 horas, pero Iván Pereira, vecino de Tui, ha logrado hacer una marca de 9 horas y 28 minutos, convirtiéndose así en el nuevo campeón gallego de larga distancia en Triatlón, al subirse al tercer escalón del podio del Northwest Triman, celebrado en As Pontes este fin de semana.
No es el primer Ironman de Iván. A sus 30 años este tudense ya lleva cuatro pruebas de esta categoría a sus espaldas, aunque ha asegurado que esta ha sido la más especial porque es la única en la que ha podido estar presente su familia. De hecho ha asegurado que este ha sido el motivo principal que lo ha animado a participar en el Northwest Triman de As Pontes. "Los demás ironman han sido en México, Mallorca y Vitoria, por lo que al ser este tan cerca de casa era una gran oportunidad para que mis padres pudieran vivir esta experiencia conmigo", ha manifestado el triatleta.
Así, con la compañía de su familia, logró superar esta prueba de alto nivel, en la que menos de 5 minutos lo separaron del primer clasificado cuando cruzó la línea de meta, después de haber superado casi nueve horas y media de deporte continuado.
"Para mí lo peor fue la natación, me agobia y tenía ganas de quitármela pronto de encima, aún así salí del agua de entre los veinte primeros", ha asegurado Iván, que también ha confesado que "el calor y el viento hizo que la carrera a pie fuera horrible". Un gran esfuerzo que se vio recompensado cuando al llegar al final su padre y su pareja fueron hacia él y cruzaron, los tres juntos, la línea de meta.
Así pues, este logro se suma al que conquistó el año pasado, cuando se proclamó campeón de la Copa España de Triatlón 2016, un título al que también aspira este año y para el cual entrena entre 3 y 4 horas diarias. A esto hay que sumarle las horas que dedica a su trabajo como entrenador en un gimnasio. Trabajo al que no ha faltado en el día de ayer, y que confirman el hecho de que su tercera posición en el Ironman no es fruto de la casualidad.
Sobre la prueba del domingo, el tudense también ha destacado que "fue algo muy raro ya que antes de empezar no tenía la consciencia de que iba a hacer un ironman", sin embargo, quizás ahora sea más consciente de lo que ha conseguido ya que tal y como ha asegurado "el teléfono no para de sonar".
Ahora a Iván le toca intentar descansar para coger fuerzas y seguir caminando hacia su próximo objetivo, el Campeonato del Mundo Triatlón 2018. Sin embargo, para ello deberá clasificarse en una competición que tendrá lugar en Taiwán en octubre, en la que se juega todo a una sola baza. Una tarea nada fácil que seguramente este ironman tudense, al cual "el deporte le enganchó", logrará superar.
in Faro de Vigo
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