Ulises Varela está al frente de la única comercializadora gallega, Xenera, fundada en Tui hace más de 120 años y que ahora abre oficina en Vigo
Cada vez que suena el teléfono y detrás están los comerciales de las grandes empresas eléctricas, lo más habitual es colgar al momento. Los consumidores están hastiados de las agresivas campañas para captar clientes. La empresa Xenera, la única compañía eléctrica gallega comercializadora, dice huir de este tipo de estrategias. Su gerente, Ulises Varela, recuerda que hicieron una prueba piloto de llamadas comerciales durante unos meses «y fue un desastre. Apenas obtuvimos resultados ni conseguimos clientes».Desde sus inicios a finales del siglo XIX, cuando dos abogados de Tui montaron una central hidroeléctrica que a la postre se convertiría en lo que hoy es Xenera, esta compañía prefiere darse a conocer por otros medios. Partiendo de aquella central llevaron líneas hasta la ciudad para que la luz llegase a las casas de los vecinos, hasta que el 29 de junio del 1896 se concedió autorización para distribuir a toda cuanta vivienda lo solicitase. Pero la iniciativa no tuvo demasiado éxito al inicio, tal y como recuerda Ulises Varela, «por la creencia de que las vacas dejarían de dar leche debido a la cercanía de las líneas eléctricas».Con el paso de los años Xenera se fue abriendo hueco en el mercado eléctrico nacional y actualmente cuenta con más de 20.000 clientes en toda la Península gracias a una campaña de comunicación. En Vigo puede verse el lema A vaquiña polo que vale, la oferta estrella de la compañía, que ofrece la energía a precio de coste.Ulises Varela, de 36 años, forma parte de la quinta generación familiar al frente de la empresa. Nacido en París, después de estudiar Ingeniería Industrial en la Universidad de Vigo, realizar prácticas en varias empresas e irse de Erasmus a Polonia, entró en la empresa. Desde que accedió a la gerencia tiene que hacer frente a la dificultad de un mercado, el de la comercialización de energía eléctrica, en el que rivaliza con auténticos gigantes. «Competir con las grandes compañías en generación es imposible, pero nosotros seguimos fieles a nuestra esencia», asegura Varela, que recuerda que Xenera ha resistido y «no se ha vendido» a otros grupos ni se reúne con políticos para pedir subvenciones. «No recibimos ninguna ayuda pública. Nos financiamos con fondos propios», asegura. «Nosotros ofrecemos gestión e independencia», añade Varela, que considera que un buen servicio de atención al cliente es clave en un mercado como este.Xenera inaugura mañana a las 19.00 horas en Vigo su nueva sede, en la calle Policarpo Sanz 21, con el fin de dar a conocer y acercar su imagen al mayor número de personas. Al evento han sido invitadas varias personalidades de la ciudad olívica, como el alcalde de Vigo, Abel Caballero; el presidente de la Confederación de Empresarios, Jorge Cebreiros; y el de la Asociación de Jóvenes Empresarios, Alejandro Cabo.Se trata de la segunda sede de la empresa, tras la histórica de Tui, que lleva abierta prácticamente desde la fundación. En total, 28 empleados trabajan para sacar adelante la compañía. «Por ahora nunca hemos sido rentables, pero estamos en un período de crecimiento», asegura Varela, que espera que en el balance de las cuentas del 2016, que todavía no han cerrado, los ingresos superen por primera vez a los gastos.
in La Voz de Galicia
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