La pequeña empresa de venta y montaje de motores para náutica sigue abierta al público
La reciente detención en Tui de uno de los dos socios de una empresa dedicada a la náutica en Valença do Minho es un secreto a voces en la parroquia valenciana de Cerdal. Basta con parar en cualquiera de los negocios que se encuentran en la carretera que sube al lugar donde se celebra la famosa feria de Santos para que los ceños empiecen a fruncirse.
Cuando se le pregunta por un tal Carlos a cualquiera de los vecinos de la zona, o casi a cualquiera, la respuesta no se deja esperar: «Fica preso». Otros simplemente se encogen de hombros para contestar: «¿O Carlos? ¿Voçe non leu o jornal?». Porque, en Portugal, el «jornal» ya daba cuenta hace dos días del arresto de Carlos A.?P., investigado por la Guardia Civil de Pontevedra por su presunta responsabilidad en la fabricación, venta y distribución de planeadoras.
Aunque en primeras informaciones sobre esta operación se habló de un pequeño astillero, su empresa no llega a tanto. Se trata de un negocio de venta de embarcaciones de recreo que, además, cuenta con servicio de posventa y taller.
A las tres de la tarde de ayer, las instalaciones permanecían abiertas al público y el socio de Carlos A.?P. negaba a la mayor. Según su versión, su compañero «se ha marchado de viaje».
-¿Pero entonces no está detenido?
-No, no lo está. Está de viaje en España y volverá en dos días. Llámelo dentro de dos días.
-¿Y la policía no ha estado por aquí?
-No, aquí no sabemos nada.
El interrogatorio resulta infructuoso en la nave, donde se exponen lanchas neumáticas, motos acuáticas y diversos tipos de embarcación de recreo de diferentes precios y tamaños. «Venta y montaje de todas las marcas de motores para náutica», reza el reclamo de su cartel. Antes de despedirse, el socio de Carlos dice: «Nosotros vendemos barcos, no tenemos por qué saber qué hace la gente con los barcos. Si quieres te vendo uno a ti». E insiste en que el que falta volverá en un par de días. «Llámalo entonces».
in La Voz de Galicia
La reciente detención en Tui de uno de los dos socios de una empresa dedicada a la náutica en Valença do Minho es un secreto a voces en la parroquia valenciana de Cerdal. Basta con parar en cualquiera de los negocios que se encuentran en la carretera que sube al lugar donde se celebra la famosa feria de Santos para que los ceños empiecen a fruncirse.
Cuando se le pregunta por un tal Carlos a cualquiera de los vecinos de la zona, o casi a cualquiera, la respuesta no se deja esperar: «Fica preso». Otros simplemente se encogen de hombros para contestar: «¿O Carlos? ¿Voçe non leu o jornal?». Porque, en Portugal, el «jornal» ya daba cuenta hace dos días del arresto de Carlos A.?P., investigado por la Guardia Civil de Pontevedra por su presunta responsabilidad en la fabricación, venta y distribución de planeadoras.
Aunque en primeras informaciones sobre esta operación se habló de un pequeño astillero, su empresa no llega a tanto. Se trata de un negocio de venta de embarcaciones de recreo que, además, cuenta con servicio de posventa y taller.
A las tres de la tarde de ayer, las instalaciones permanecían abiertas al público y el socio de Carlos A.?P. negaba a la mayor. Según su versión, su compañero «se ha marchado de viaje».
-¿Pero entonces no está detenido?
-No, no lo está. Está de viaje en España y volverá en dos días. Llámelo dentro de dos días.
-¿Y la policía no ha estado por aquí?
-No, aquí no sabemos nada.
El interrogatorio resulta infructuoso en la nave, donde se exponen lanchas neumáticas, motos acuáticas y diversos tipos de embarcación de recreo de diferentes precios y tamaños. «Venta y montaje de todas las marcas de motores para náutica», reza el reclamo de su cartel. Antes de despedirse, el socio de Carlos dice: «Nosotros vendemos barcos, no tenemos por qué saber qué hace la gente con los barcos. Si quieres te vendo uno a ti». E insiste en que el que falta volverá en un par de días. «Llámalo entonces».
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