El nuevo alcalde del municipio fronterizo luso plantea más incentivos para sus polígonos
El municipio del Miño portugués Valença apostó fuerte en la industrialización y en ofrecer un espacio competitivo para las empresas de ambos lados de la frontera. Con éxito: el 95% de las instaladas hoy son gallegas.
Por este motivo, desde el 2000, desde el Ayuntamiento de la ciudad portuguesa iniciaron una política de inversiones en suelo industrial que les permite contar en la actualidad con dos polígonos industriales a pleno rendimiento y con visible presencia de firmas gallegas. Ahora, el nuevo presidente da Câmara (alcalde), Manuel Lopes (PSD), que sustituye a Jorge Mendes elegido diputado por el Alto Minho, anunció nuevas medidas fiscales para atraer más inversores. Por el momento, y hasta que se haga público el paquete de medidas impulsoras de la economía local, adelantó que se mantendrá el impuesto conocido como Derrama, que deben pagar las empresas y personas jurídicas. Una tasa que seguirá con los porcentajes actuales y que supone un 1,5% de los beneficios para un volumen de negocio superior a los 150.000 euros y del 0,5% para cifras inferiores.
Otra de las ventajas que ofrecen en Valença, al igual que en la mayoría de municipios portugueses, es que cuentan con el espacio que necesitan las empresas, no importa si son dos mil o cincuenta mil metros cuadrados, y la licencia la tienen inmediatamente. Es algo que pueden hacer porque son competencias municipales y los procedimientos burocráticos son ágiles y rápidos. En la actualidad hay más de dos mil puestos de trabajo en el sector industrial en las empresas asentadas sólo en Valença, de los que muchos son trabajadores que vienen del otro lado de la frontera, del Baixo Miño o Vigo.
in Atlántico Diário
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