Solange Pereira pone fin a una década en blanco y azul. La mediofondista afincada en Cangas hasta el pasado mes de septiembre, y que ahora vive en la residencia Blume en Madrid, correrá en el 2020 con licencia de la federación canaria, la territorial en donde se inició como atleta. «Mi residencia ha cambiado y no tengo nada que me una a Galicia ahora mismo y he decidido volver a mis orígenes», comentó la atleta, que correrá por última vez con licencia de la FGA el relevo mixto del Europeo de cros (pendiente de confirmar la convocatoria) y la San Silvestre Vallecana. El 1 de enero dejará de ser gallega. Solange nació muy cerca de Galicia, al otro lado de la raía, en Valença, pero siendo pequeña se mudó con sus padres a la isla de Fuerteventura por motivos laborales. Allí descubrió el atletismo (aunque en Portugal ya había participado en alguna prueba) y comenzó a ganar carreras. Como federada estuvo adscrita a la territorial del archipiélago durante gran parte de su vida. De hecho siguió compitiendo con Canarias tiempo después de estar viviendo ya en Cangas. Aquello coincidió con un cambio de club, cuando dejó el Pájara Playas de Jandía para fichar por el Bikila, el paso previo antes del desembarco en el Valencia Sports.
Durante este tiempo con licencia gallega fue campeona de España de 1.500 al aire libre y en pista cubierta (en tres ocasiones), alcanzó la internacionalidad absoluta, fue mundialista, oro continental en el relevo mixto y reina de la milla, con seis entorchados nacionales consecutivos. Sus mejores años como atleta de primer nivel. En Galicia se convirtió en una de las grandes referencias de la disciplina y compartió el último Europeo de pista cubierta en Glasgow con Ana Peleteiro y Adrián Ben.«Fue duro tomar la decisión. Fueron doce años viviendo en un sitio al que le coges cariño y que te hace sentir parte del territorio. Ya me sentía como una gallega más, como si hubiera nacido ahí, pero la vida cambia, da vueltas y a partir de ahora os llevaré en el corazón. La gente me ha cuidado mucho», indica Solange, que ya en los últimos meses realizó más de una escapada a Fuerteventura en donde ahora tiene fijada su residencia aunque sus padres hayan regresado al norte de Portugal (entre Caminha y Valença). «Fue una decisión mía y de unos amigos que me lo aconsejaron. Tomé la determinación de volver a federarme por Canarias», dice mientras explica por qué no contempló la idea de competir por Madrid pese a estar en la Blume. «Aquí mi residencia es temporal, no es fija, y prefiero irme a lo seguro». Soli, como la conoce el mundo del atletismo, promete volver a Galicia de visita pero no para correr ni en populares ni en las pruebas de pista de pretemporada como otros años. Sí competirá en Galicia en el estatal de la milla que albergará la localidad coruñesa de Sada y en el Campeonato de España de pista cubierta que se celebrará en Ourense a principios del próximo 2020.Solange Pereira no comunicó su decisión a la Federación Galega de Atletismo porque considera que es algo personal «y no tengo que dar explicaciones», aunque sí tiene pensado hablar con Isidoro Hornillos, el presidente, sobre el asunto. Se va convencida de que lo ha dado todo cada vez que se enfundó la camiseta blanca y azul. «La Federación Gallega de Atletismo no me puede echar nada en cara porque he cumplido siempre que he podido».
Por el momento, y dos meses después de marcharse, está contenta con sus primeros días en la Residencia Blume. Superó unos problemas físicos, fue segunda en el cros corto de Atapuerca y ahora afina el estado de forma de cara al Europeo de relevos mixtos en donde defenderá el título y ejercerá por penúltima vez de gallega. «Esa será mi última prueba a nivel internacional y después me quedará la San Silvestre Vallecana». Con ella se va un seguro en la cosecha de medallas de Galicia.
in La Voz de Galicia
Sem comentários:
Enviar um comentário