La acumulación de restos de pólvora en el galpón clandestino pudo dañar la instalación eléctrica
Tres semanas después de la explosión en la pirotecnia clandestina de Tui se sigue buscando la causa del bombazo que dejó dos muertos, 37 heridos, 24 casas destruidas, 692 personas afectadas y 325 expedientes de incidencias. El efecto devastador de la detonación sigue complicando sobremanera dar con el origen de la explosión, aunque los técnicos especialistas en desactivación de artefactos explosivos (tédax) de la Guardia Civil, encargados de la investigación, sí manejan una tesis que consideran la más probable. La línea de trabajo apunta a un cortocircuito como la causa que hizo saltar por los aires el almacén clandestino que González Lameiro ocultaba en un solar rodeado de viviendas ocupadas en el barrio de A Torre. La propia jueza instructora de la investigación dejó constancia en el auto de encarcelamiento de González Lameiro que la posible causa de la explosión pudo ser «una manipulación incorrecta del material, unida a un defectuoso mantenimiento». La afirmación figura también en el informe inicial de la Guardia Civil sobre la causa de la explosión ocurrida el pasado 23 de mayo. Los investigadores, a medida que avanza el caso, añaden que una chispa derivada de un cortocircuito pudo, junto a los 200 litros de gasoil y gasolina que el acusado también almacenaba en el mismo solar, desencadenar la tragedia mortal.
La investigación sostiene que la manipulación de materias primas para pirotecnia se hacía en ese almacén, y que incluso podía existir también material pirotécnico almacenado y listo para utilizar. «La manipulación de pólvora siempre hace que una parte acabe en el suelo o en otras cosas próximas del entorno, como un enchufe o una instalación eléctrica.El polvo que se desprende al manipular la pólvora se acaba esparciendo y formando una capa que ni tiene que ser perceptible a la vista. A partir de ahí solo hace falta que surja una chispa para que se produzca la explosión», explican en la Guardia Civil, que sigue buscando nuevas pruebas para cerrar esta parte de la investigación. Los agentes han recurrido también a empresarios pirotécnicos de Galicia para pedirles asesoramiento a partir del trabajo policial hecho y las conclusiones obtenidas. El objetivo, entre todas las partes, es confirmar la principal línea de investigación: un cortocircuito. En MarruecosLa familia de Abdelkhalek el Bouabi Hailas y Ezzoura Bouadel, el matrimonio de origen marroquí fallecido en la explosión, sigue decidiendo en Marruecos el futuro de los dos hijos de los difuntos. El entorno de la familia explica que la semana que viene habrá novedades, y que, principalmente, los tíos paternos y maternos de los dos huérfanos siguen deliberando, a sabiendas de que el curso escolar está a punto de concluir, situación que les permitirá ganar tiempo para rehacer sus vidas.
in La Voz de Galicia
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