La Guardia Civil y el Juzgado de Instrucción número 2 de Tui (Pontevedra) han abierto una investigación para intentar determinar la identidad y las circunstancias que rodearon la muerte de una mujer cuyo cadáver apareció flotando este domingo en la desembocadura del río Miño.
El cuerpo se encuentra en un avanzado estado de descomposición, de forma que los investigadores se están encontrando con dificultades para la identificación del cuerpo y esperan al resultado de la autopsia para poder seguir con las indagaciones. La autopsia se realizará en la mañana de este lunes en el hospital Nicolás Peña de Vigo.
El cadáver fue localizado por una patrulla de la Policía Marítima de Camiña, en Portugal, sobre las 19.30 horas de la tarde del domingo en la desembocadura del río Miño, en aguas portuguesas. En concreto, lo hallaron flotando a la altura del lugar de Segadáns, en la localidad de Valença, un punto de la geografía lusa situado frente al ayuntamiento gallego de Tui.
Una vez localizado el cadáver y trasladado a tierra, la Policía Marítima de Valença comprobó que en todo el norte de Portugal no constaba ninguna denuncia por desaparición de una mujer, de forma que se pusieron en contacto con la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra, que se hizo cargo del cuerpo y ha asumido la investigación.
Sólo se distinguen algunos rasgos de la cara
La Guardia Civil puso los hechos en conocimiento del Juzgado de Instrucción número 2 de Tui, en funciones de guardia; el cuerpo ha sido trasladado a territorio español; y el juez ha ordenado el levantamiento del cadáver.
La empresa funeraria 'Emorvisa', de Vigo, se hizo cargo del cuerpo y procedió a su traslado al hospital Nicolás Peña para que pueda practicársele la autopsia y realizarse los análisis forenses necesarios para determinar la identidad del cadáver, las causas de su fallecimiento y el tiempo que llevaba muerta. Fuentes policiales portuguesas señalaron que todo apunta a que la persona lleva varios días fallecida, al menos, cinco.
Fuentes de la Guardia Civil concretaron que el avanzado estado de descomposición del cadáver complicará la tarea de los forenses y señalaron que la única zona del cuerpo en la que se puede apreciar algún rasgo que ayude a su identificación es la cara y que, de todas formas, con muchas reservas. Eso sí, tienen claro que se trata de una mujer.
La vestimenta descarta que sea Sonia Iglesias
Los investigadores de la Guardia Civil comprobaron que en toda la provincia de Pontevedra únicamente hay una denuncia por desaparición de una mujer, la de Sonia Iglesias Eirín, una joven de 37 años vecina de la capital que lleva desaparecida desde el 18 de agosto.
Al conocer esta circunstancia, se pusieron en contacto con la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional de Pontevedra, que lleva la investigación de la desaparición de Sonia Iglesias. Agentes de esta brigada se desplazaron a Vigo para conocer más detalles del cadáver localizado y mantienen una estrecha colaboración con la Guardia Civil para estar al tanto de las novedades que giren entorno a este hallazgo.
A la espera del resultado de la autopsia, fuentes de la Guardia Civil señalaron que "en principio, no parece ser Sonia Iglesias, hay rasgos y características en el cuerpo que hacen pensar que no se trata de esta mujer".
Aunque algunas fuentes consultadas indicaron que sí hay posibilidades de que el cuerpo pertenezca a la joven pontevedresa desaparecida el 18 de agosto, cuando no se presentó a su puesto de trabajo después de hacer unas compras por la ciudad. Fuentes más próximas a la investigación descartan prácticamente esta circunstancia.
En concreto, fuentes muy cercanas a la UDEV señalaron que "parece que no puede ser ella, por la vestimenta que llevaba y porque hay rasgos que no se parecen en nada a nuestro caso. Por sus características externas, no existen coincidencias con Sonia". Eso sí, reconocieron que "no se puede saber nada definitivo hasta que se haga la autopsia".
El Mundo
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