Medio centenar de marinos participaron en un simulacro para evitar el desembarco de mercancía en Tui
La Armada Española tardó ayer menos de una hora en apresar un barco con contrabando y detener a sus cuatro tripulantes en Tui. Era un simulacro del ejercicio MARSEC 2018, que tiene como objetivo fomentar la coordinación de todas las agencias con responsabilidades en la seguridad marítima en España. Es la primera vez que el Miño se incluye en el grupo de las doce localizaciones de la geografía nacional que la Armada elige cada año para poner a prueba la capacidad de reacción y coordinación de medios y administraciones.El contrabando regresó a las mismas aguas internacionales sobre las que se cimentó en los primeros años de la posguerra la única economía de subsistencia de la comarca. Solo durante sesenta minutos, y esta vez sin vidas en juego, pero la insólita puesta en escena concentró las miradas de más de un centenar de vecinos que, móvil en mano, grabaron desde el embarcadero tudense toda la secuencia. Al Cabo Fradera, que además de ser el único patrullero fluvial de la Armada Española es el segundo buque en servicio más antiguo después del Juan Sebastián Elcano, le tocó el papel de malo tras 55 años de servicio a la patria. A las doce del mediodía salió desde el puerto luso de Vila Nova de Cerveira bajo la atenta mirada de la Policía Marítima de Portugal, que vigilaba sus movimientos advertidos de que a bordo se transportaba material ilícito. «Todo salió como estaba previsto, así que el ejercicio fue un éxito». El veredicto de los presentes, que sumaban un nutrido grupo de comandantes y capitanes de navío, algunos desplazados desde Oporto y Ferrol para la ocasión, fue unánime.
Ejercicio para la Armada, espectáculo para el pueblo llano que ajeno al protocolo y disciplina militar, se limitó a seguir la puesta en escena, el examen se superó con nota. El capitán del puerto de Caminha, Pedro Cervans Costas, el comandante naval del Miño, Ignacio Tobarra así como su antecesor en el cargo, Enrique García González, con el comandante de acción marítima de Ferrol, Fernando Suárez, siguieron las maniobras a pie de río. En el ejercicio participaron los 21 miembros de la Comandancia Naval del Miño más los 8 del Cabo Fradera por parte española y otra veintena de agentes lusos del patrullero Río Miño y de la Policía Marítima. Los guardas de las motos acuáticas de estos últimos equipos fueron los primeros que avistaron y persiguieron el buque a abordar que protagonizaba el ejercicio de ayer. Durante las cinco millas que separan los puertos de Cerveira y Tui, la policía lusa, con el apoyo de su patrullero, intentaron que el Cabo Fradera parase motores. Como marcaba el guion, los contrabandistas, no colaboraron casí que el principal escenario y despliegue se situó ya en Tui. Allí hizo su aparición el helicóptero del Servicio de Vigilancia Aduanera.Supuestamente, sometieron a los tripulantes del Cabo Fradera al interrogatorio por radio que obliga el protocolo pero , al no conseguir su cooperación hicieron un placaje del que disfrutaron todos los presentes. En varias maniobras desde el aire y rodeando todo el buque, que a su vez navegaba flanqueado ya por efectivos de la Comandancia Naval del Miño, el helicóptero interceptó su objetivo y entonces culminó el abordaje. La última parte resultó igualmente vistosa porque los marinos confirmaron sus sospechas al dar con el material ilícito que se pretendía desembarcar. La detención de los tripulantes se produjo a la vista de todos y a la hora prevista, así que, por una vez, hasta los arrestados se alegraron de su actuación.
in La Voz de Galicia
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