terça-feira, 25 de março de 2008

Bendición de aguas y redes

Numeroso público participó en esta fiesta pascual en la que no faltó el humor y el folclore. La bendición de las aguas del Miño y de redes de pescadores es el acto central del llamado "Lanzo da Cruz" celebrado en la orilla gallega del Miño, en el tramo del del barrio de Torrón, de la parroquia de Sobrada (Tomiño) y en la vecina de Cristelo Côvo, de Valença do Minho (Portugal). El párroco de Sobrada, José Rodríguez Ubeira, portó la antigua cruz parroquial con la que bendijo el Miño y las redes, desde una barca con la que se desplazó hasta el medio del río. El grupo de gaitas Muimenta puso música a este acto tradicional que coincide con el lunes de Pascua, mientras cientos de personas lo presenciaron desde barcas y ambas riberas.El pescador Gabriel Sierpes, uno de los que se ofrecía para llevar a personas hasta el medio del río, explicaba que "hoy [por ayer] se cumplen 25 años de fiesta con salida desde este embarcadero" de Torrón llamado Porto Ladróns. Antes se hacía en el embarcadero privado de A Laxe.Mientras los regueifeiros "Os Ghordechos" hacían reir al público con ocurrencias inspiradas en todo lo que había a su alrededor, Asunción Fernández López, tesorera de la Asociación Lanzo da Cruz explicaba que esta tradición puede ser centenaria. Focalizaba su origen en los tiempos en que los sacerdotes carecían de ingresos fijos y bendecían tierras, campos y aguas a cambio de especies. De ahí parte la costumbre de echar las redes al Miño tras la bendición y recogerlas después, para entregar al párroco la pesca obtenida, que siempre es una lamprea.Asunción, junto a la presidenta de la Asociación Emilia Acuña, explicaron que el Lanzo da Cruz tomó envergadura desde hace 25 años, de la mano de Jose y Óscar, entonces jóvenes, que decidieron dar entidad a la tradición de sus abuelos. Destacan que "nuestra gente va en barca a Portugal, y los portugueses vienen a esta orilla con su párroco y su cruz, que se da a besar a la gente".El mal tiempo no fue un obstáculo que limitase la asistencia, pues muchas personas acudían por vez primera, la mayoría con niños. Las Pandereteiras do Lavadoiro de As Bornetas y la Treboada Baixo Miño entretuvieron el ambiente antes de la verbena nocturna en Os Escampados, amenizada por las orquestas Aramio e Ilusión.
In Faro de Vigo

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