Ministro general de la Orden de los franciscanos y secretario de la Congregación para los Institutos de la Vida Consagrada, celebró a Santa Clara en la iglesia tudense de las religiosas
La iglesia de las religiosas clarisas de Tui fue el lugar elegido ayer para honrar a su patrona, Santa Clara, con una eucaristía que presidió fray José Rodríguez Carballo, ministro general de la Orden de los Frailes Menores, arzobispo de Belcastro (Italia) y secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica de todo el mundo.
En su mensaje destacó la entidad franciscana de Tui, donde está situado el monasterio de las clarisas, el convento y residencia de las "hospitaleiras", además de la Orden Franciscana Seglar.
Agradeció a los habitantes de Tui "el gran amor que tienen a las clarisas", citando al alcalde, Carlos Vázquez Padín, que "lo máximo que puede aspirar de ellas son sus cinco votos", comentó. Se dirigió a las cinco religiosas invitándoles a ser "faros, antorchas y centinelas para los hombres y mujeres" y "clarisas de cuerpo, alma y corazón". Explicó a los asistentes, en su mayoría franciscanos, sacerdotes diocesanos, miembros de congregaciones e institutos religiosos, seglares, entre ellos el diputado Moisés Rodríguez, que estas religiosas franciscanas no hacen votos de pobreza, pero profesan "vivir sin nada propio", sin apego a nada ni a nadie, para poder ser "libres y responsables de su tiempo, separadas del mundo para estar más con Dios".
El padre Carballo, que cumplió 65 años el día de Santa Clara, 11 de agosto, participó después en un refrigerio y estaba programado que con acompañantes visitase las murallas del monasterio de clausura, desde donde se aprecian panorámicas del Miño, sus riberas y la ciudad lusa de Valença.
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