En el puente internacional, el único paso sobre el Miño, con control de la Policía Nacional para los que quieren cruzar.
Misión imposible entrar en Portugal, así que olvídense los que esperaban aprovechar la Semana Santa para una escapada. En el día 21 de alarma salir de Vigo es una quimera y entrar en el país vecino, aún más difícil.
En el hipotético y nada probable caso de eludir los controles del interior de Vigo -Policía Local y Nacional ahora también el Ejército- y en la autovía a cargo de la Guardia Civil, al llegar a la frontera de Tui, la única abierta, parada obligada para papeles y comprobación en el puente, vigilado por la Policía española. Allí se ha montado una aduana, como la que antes hubo en el viejo viaducto de Eifell. Aún queda un trámite más: Portugal sólo admite el paso de transportes, que cruzan sin parar, y servicios esenciales justificados. Ni siquiera la prensa puede atravesar el Miño. No es un servicio esencial. La frontera ha retrocedido 25 años o más atrás, cuando la UE no existía. Lo que no ha cambiado es la importancia del paso entre Tui y Valença: ayer mismo los guardias lusos, con cifras en la mano, confirmaban que es el de mayor volumen de tráfico entre ambos países. Lo era y es.
in Atlántico Diário
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