El sacerdote predica con el ejemplo, comparte su confinamiento y promueve un himno a la esperanza
El sacerdote Ricardo Esteves, conocido popularmente como «el cura más sexi de Portugal» por su impacto en redes sociales, es de los que predica con el ejemplo. Nunca se identificó con este título que él atribuye a mantener hábitos similares a los de cualquier otro joven, como cultivar abdominales en el gimnasio o no esconderlos en la playa, pero esta fama caída del cielo le permite seguir multiplicando sus talentos. Ni uniendo las iglesias de las cinco parroquias que tiene a su cargo en Valença do Minho podría congregar a la décima parte de los feligreses que le siguen de fomra virtual. Así que, en tiempo de coronavirus, y con la adoración pública suspendida por la Iglesia en toda Europa, al sacerdote le ha faltado tiempo para multiplicar su prédica cibernética. No ha dejado de celebrar ni una sola de las misas dominicales y, aunque son a puerta cerrada, una potente megafonía permite a los creyentes seguirla en directo sin incumplir la cuarentena. Para la de las 10.15 horas tampoco hay problemas de aforo ni de contagios ya que los fieles de tantos países como seguidores tiene se conectan a través de Facebook.
El padre Esteves, que lo mismo se transforma en Cupido al más puro estilo Pretty Woman que modela, juega un partido de fútbol o se va de fiesta en moto, por cualquier causa solidaria a la vista, ha abierto también las puertas de su casa para apoyar el confinamiento. «É agora cando lle damos valor o que xa tiñamos todos os días, que era estar con todos. Agora sentimos esa falta de afectos e temos que aprender a priorizar o ser sobre o ter», dice. En su vídeo explica cómo redistribuír los tiempos en la cuarentena para leer, escuchar música o arreglar la casa manteniendo cuerpo, mente y alma en forma. Una vez más, el sacerdote hace suspirar a ateos y creyentes a golpe de flexiones o en pleno descanso con su mascota. «O máis difícil é ver como aumenta o número de persoas necesitadas ou ter que oficiar enterros sen case familia», desvela el sacerdote, que ha conseguido involucrar también a cientos de personas en su último desafío. Así denominó al reto que culmina con la composición y difusión de dos himnos de la esperanza. Non Talkers y el dúo formado por Diego Costa y Eva Mina han musicalizado las letras con vídeos que, además de hacer viajar esa esperanza ahora, han obrado ya el milagro de que, aún en la distancia, todos aquellos que que se sumaron al penúltimo desafío del padre Esteves, se hayan sentido juntos.
in La Voz de Galicia
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