Su cara en el momento de cruzar la meta hablaba por sí sola y sus palabras lo confirman. Solange Pereira (Valença do Miño, 1989) cumplió un sueño de infancia -uno más- el pasado domingo cuando se proclamó campeona de Europa de relevo mixto de cros junto a sus compañeros Saúl Ordóñez, Esther Guerrero y Víctor Ruiz.
A ella le correspondió la última posta y recogió el testigo en la segunda posición para impulsar al equipo español hacia el oro con una actuación espectacular.-Después de ser terceros en el 2017,
¿veían este oro como algo factible? -Las expectativas eran buenas después de ese bronce del año pasado y queríamos al menos igualarlo. Había posibilidad de mejorarlo, pero el oro parecía casi imposible viendo los inscritos, porque sabíamos que el nivel había subido mucho. Había rivales muy potentes como Francia, Inglaterra o incluso Bélgica, aunque luego en carrera nunca sabes cómo se van a desarrollar las cosas. Nunca te esperas estar tan arriba.-¿Dónde estuvo la clave para que pudieran cambiar ese guion?
-Creo que los cuatro componentes hemos hecho una súper competición. Yo de ninguna manera podría haber luchado por el oro si no fuera por lo que hicieron ellos. Saúl desde un principio se fue con los de delante, eso marcó diferencias con otros equipos y Esther y Víctor mantuvieron la posición. A mí me tocaba un mano a mano con Francia: o ganaba ella, o yo. Salí victoriosa, pero podría perfectamente haber perdido. -
¿Qué se le pasaba por la cabeza antes de tomar el relevo?-
Los segundos previos a que me entregara el testigo Víctor lo pasé fatal, no quería ni mirar la pantalla. Pensaba en la gran responsabilidad de no perder posiciones, pero una vez que sales a correr te olvidas de todo, te centras en los movimientos que vayas a hacer, en pisar bien en el suelo, que era inestable
.-¿En qué momento vio que podía asaltar el primer puesto?
-Era un circuito muy técnico y tenía que luchar con la francesa, pero sin olvidar a las que venían por detrás. Una vez que pasamos la parte complicada de los troncos noté que ella bajaba el ritmo y miré para atrás a ver dónde estaban las demás por si nos iban a pillar. Venía la inglesa, que la conozco y sé de su gran nivel, y ahí decidí tirar yo y lanzar la carrera para intentar asegurar la medalla, fuera oro o plata. Por eso me atreví a tirar fuerte y entrar en la zona más técnica, la del bosque, en primer lugar, porque sabía que ahí era más difícil que me adelantaran. Llegué a la última recta con mucha fuerza, sin mirar atrás para que no me pasaran. -
¿Y el momento en que ve que son campeones de Europa?-
Fue una explosión de emociones que no puedo explicar con palabras. En tus sueños siempre te ves cortando una cinta en un campeonato internacional, pero no crees que vaya a pasar. Hacerlo realidad fue un sueño que todos los atletas tenemos, un momento chulo, muy emotivo. Además, era junto a compañeros de pista: Esther es mi rival directa en el 1.500 y con Saúl y Víctor comparto también muchos viajes. Hay una gran unión que ayuda a que funcione
.-¿Qué lugar ocupa este logro en su trayectoria?
-Es el mayor logro de mi carrera hasta el momento. Ser campeona de Europa no se consigue todos los días y además es hacer historia al ser una prueba nueva pero que creo que se va a consolidar.-Personalmente, ¿cómo vive este tipo de prueba?-Es muy emocionante y atractiva. Rompe la dinámica de esas vueltas agónicas porque, aunque también agonizamos (risas), es más divertida y un escaparate para nuestro atletismo.
in La Voz de Galicia
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