domingo, 24 de fevereiro de 2019

El castillo medieval de Valença

La situación estratégica de Valença ya la vieron los romanos pues situaron aquí un “oppidum” (fortificación) para controlar la travesía del Miño en la calzada que ligaba Braga con León.
Los orígenes de la ciudad se remontan a finales del siglo XII y al reinado de D. Sancho I. Este monarca cercó la población -entonces denominada Contrasta (“la que está delante”)– y la entregó a Paio Carramundo, con la obligación de poblarla y administrar su organización. Frente a la política expansionista del obispo de la diócesis de Tui y del monasterio de Ganfei, la fundación de Valença se inscribe en el proceso de implantación de la autoridad regia sobre el Alto Minho, que orientó gran parte de la política real durante la primera dinastía.
El primitivo reducto fue conquistado y arrasado por Alfonso IX de León y de Galicia en 1212. La población fue entonces trasladada a Sortelha. En 1213, se restauró la paz entre Castilla y Portugal y Contrasta junto a otros asentamientos conquistados fueron devueltas a Afonso II de Portugal. Este soberano concedió carta de foral a Contrasta en 1217, momento en que las murallas estarían concluidas.
Pero lo que resta de la fortaleza medieval pertenece mas bien al reinado de D. Afonso III. En 1262, el rey conifrmó el foral de la villa y cambió el nombre de Contrasta a Valença (la valiente). Al tiempo, ordenó una gran reforma del sistema militar de la villa, cuyas murallas pasaron a abarcar toda la población. Se desconoce en gran parte su configuración debido a las transformaciones que sufrió en los siguientes siglos.
En la Porta do Açougue, orientada al Norte, todavía es posible ver sobre ella el escudo medieval. Por su parte, la Porta da Gabiarra, hacia el este, era la principal entrada en la fortaleza, dando hacia la zona ribereña y hacia la barca que hacía la travesía del Miño. Se asume como una entrada triunfal, de gran impacto escenográfico y donde se concentraban los elementos identificativos del patrocinio real.
Al final de la Edad Media, como dibujó Duarte d’Armas, la fortaleza alfonsina fue complementada por barbacanas y por una coracha, elementos que revelan su importancia en el período en que ya empezaba la transición hacia la guerra artillera.
in Miscastillos

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