sexta-feira, 15 de fevereiro de 2019

El Gobierno ofrece 15.000 euros por cada casa arrasada por la explosión de Tui a familias que cobren el salario mínimo

Clamor vecinal entre las víctimas «por las mentiras y faltas de apoyo del gobierno Central»
«No nos hacen caso porque nos consideran idiotas y no somos idiotas, somos víctimas sin solución de esta puta explosión». «Tenía casa, tenía puerta, solo me queda la llave y no sé dónde meterla. Se está oxidando y es una pena, perder el gusto de abrir la puerta. Quiero mi casa, quiero mi puerta, tengo la llave, ¿Qué hago con ella?». 
Más de medio centenar de vecinos de Tui reclamaron esta mañana ante la Subdelegación del Gobierno su derecho a poder volver a sus casas. Son afectados por la explosión de Paramos a los que, según la asociación, «se les está denegando las ayudas comprometidas» y que, a punto de cumplirse nueve meses del siniestro, siguen realojados en casas de alquiler.
 El Concello de Tui ya ha iniciado el desescombro de la zona cero y, según las previsiones del alcalde, Carlos Vázquez Padín, el terreno podrá estar en condiciones para comenzar la tan ansiada reconstrucción en poco más de un mes. Sin embargo, los afectados denuncian que ya les han sido denegadas al menos nueve subvenciones por parte del gobierno Central y por ello no han decidido trasladar su protesta ante el edificio de la Subdelegación en Pontevedra. «Nada se ha cumplido! El decreto no sirve para Paramos. 
De las 17 posibles solicitudes, tres quedaron descartadas ya de entrada y ahora acaban de denegarnos 6 más. Las segundas viviendas no reciben ni un céntimo y, además, son penalizadas al no estar contempladas en la exención del pago de IBI», explicó el presidente de la asociación, Salvador García. Su relato de la situación resulta escalofriante. «¿Qué nos dan? Pues un 7 % más para locales comerciales, pero en nuestro barrio arrasado pocos se podrán beneficiar de esos escasos 1.200 euros, ya que era una zona de viviendas principalmente.También suprimen el límite del 50 % para el pago del desescombro, algo que beneficiará al Concello de Tui llegado el caso», denuncian los afectados. Apuntan que «nos ofrecen también ayudas de 15.000 euros por vivienda arrasada, que se conceden con arreglo al IPREM y que podrán percibir nuestros vecinos que tengan la fortuna de cobrar un salario mínimo en todo el agregado familiar. 
Como entenderán, casi nadie cumple estos requisitos ni se puede reconstruir una casa con 15.000 euros». Destacan el caso de una vecina que se quedó sin su hogar, «pero ante La ley se trata de una segunda vivienda, pues el titular era su padre y, por lo tanto, no recibe nada». En la zona cero hay 31 casas derruídas. «Once familias están en otras casas de alquiler subvencionadas por la Xunta, ocho son segundas residencias y las demás están con familiares o les paga algún seguro», indica la plataforma.
Pese a que Salvador García, presidente de la asociación de afectados, transmitió el mensaje con claridad y megáfono en mano con gigantescas pancartas reclamando «solucións», el clamor más sórdido se sentía en las historias personales de quienes lo acompañaron, algunos de avanzada edad, recordando una vez más que son «víctimas». El proceso judicial durará años, pero los vecinos urgen algo de justicia social, administrativa y burocrática para poder regresar a sus casas. «Sentímonos enganados pola Subdelegación que, nas reunións que mantivemos nos dixeron que no decreto de axudas ían incluirse as nosas necesidades e reclamacións. Cinco meses despois atopámonos con que o decreto, en vez de ampliar esas achegas do decreto do 2005, non é máis que un corta e pega daquela. 
Son só 1.200 euros para locais comerciais, que non hai na zona, nada para as segundas viviendas que son as que máis hai, e nen sequera recoñece a exención do IBI», explicó Salvador García. «Vimos aquí para deixar claro que se enchen a boca anunciando compromisos que son mentira porque é a mesma Lei que está establecida, para iso non facía falla esperar cinco meses e aínda enriba, dicir que nos están a axudar porque nada do que nós reivindicamos está contemplado nese decreto». 
Los vecinos hicieron una reclamación sonora, a viva voz y con pitidos, para que se escuchen las «necesidades reales de las víctimas». «Podríamos explicarles uno por uno los casos de nuestros vecinos desterrados que quedaron sin nada y ahora se ven desamparados por el un decreto que no soluciona nada, pero ustedes no parecen interesados en atendernos. Por eso mismo venimos hoy aquí, porque en la zona cero a la que corrieron a hacerse la foto y a llenarse la boca de compromisos queremos volver a levantar nuestros hogares y, para ello, necesitamos el respaldo de las instituciones y no su zancadilla.
in La Voz de Galicia

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