Los ladrones se llevaron tres abejares, un cortijo y una bandeja con miel - Los anteriores hurtos se produjeron en las mismas fechas
Tante González, un aficionado apicultor vecino de la parroquia tudense de Areas, acudió el jueves por la tarde, como cada día, a visitar las colmenas que cuida en una finca localizada a apenas 300 metros de su vivienda familia, pero, cuando llegó allí, sus enjambres ya no estaban. El suceso no le resultó extraño, pues era la tercera vez en tres años que le robaban sus colmenas. "Estamos muy disgustados, es el tercer año consecutivo que nos roban y siempre por esta época del año", explica su esposa, Tere Rodríguez, quien indica que, al margen del perjuicio económico, pues la miel que producen es para consumo propio y para compartir con amigos y familiares, sus abejares tienen un gran valor sentimental.
Además de dos panales en producción con abejas y miel, que estaban custodiadas en una jaula con rejilla para evitar la entrada de las avispas asiáticas, y que los ladrones tuvieron que romper, y otra colmena vacía, los amigos de lo ajeno también se llevaron un cortizo de 40 años que pertenecía al padre de Tante, de quien heredó su afición por la apicultura. La finca también tenía otras colmenas que ya habían sido atornilladas a un muro, precisamente como reacción a los anteriores hurtos. Esos no los pudieron sustraer, aunque sí aprovecharon para llevarse una bandeja con restos de miel. "Hasta la bandeja les valía", denuncian.
"Creemos que fue en la madrugada del miércoles para el jueves, porque el miércoles por la tarde todavía estaban", asegura Tere, quien explica que la única manera de llevarse los panales es de noche y envolviéndolos en una manta. Aunque la finca está amurallada, la propietaria dice que es fácil acceder al interior "aunque a mi no se me ocurre entrar en la finca de nadie y llevarme lo que no es mío", reprocha. El terreno en el que estaban dichas abejeras se localiza a los pies de la carretera Tui-A Guarda, en la parroquia de Areas, y sus dueños creen que los autores del robo son los mismos que se llevaron otras cinco colmenas en febrero de 2017 y 2018. "Justo esta semana me salió en Facebook el recordatorio de la publicación que compartí cuando nos robaron las del año pasado", lamenta Tere.
El valor de cada colmena, según una Asociación de Apicultores consultada por la familia afectada, es de 120 euros la unidad, al margen de la miel y las abejas que puedan albergar; mientras que el kilo de miel ronda los 8 euros. No obstante, el mayor disgusto de estos apicultores ha sido quedarse sin el sustento de una tradición familiar. "A estas alturas es muy complicado hacerse con nuevas colmenas", indica Tere, haciendo hincapié en el daño que está haciendo la avispa velutina.
in Faro de Vigo
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