(...) Para capear la crisis, Manuel Rodríguez ha tenido que adelgazar sus activos. El grupo llegó a emplear a 200 personas en sus dos astilleros abiertos en Portugal (Conafi y Rodman Lusitania), donde invirtió cerca de 24 millones. Hoy la primera sociedad está inactiva y la segunda, ubicada en la localidad fronteriza de Valença, está dedicada al diseño de nuevos modelos, con un equipo de solo siete trabajadores (...).
in La Voz de Galicia
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