Ni la falta de asnos ni la campaña contra la carrera abierta en Internet han evitado que se repita la centenaria tradición
Hace tiempo que las carreras de burras de las fiestas de San Roque do Monte sufren la merma de participantes. Cada vez hay menos burras o menos propietarios dispuestos a prestarlas para este fin. El caso es que la comisión de fiestas se ve con problemas para reunir a un número suficiente para organizar la carrera y esta vez ha decidido ir a lo seguro y ha puesto el asunto en manos de una misma persona. Se trata de un cuidador de asnos de Tui que se encargará de surtir a las fiestas de San Miguel con seis ejemplares. La carrera tiene dos modalidades, masculina y femenina, y, como siempre, transcurrirá en un circuito habilitado alrededor de la capilla de San Roque, a razón de tres vueltas. La montura más rápida se llevará un trofeo y el sacrificado animal, un premio en pienso.La carrera de Burras de San Miguel ya no permite excesos como los de antaño con los animales pero, pese a todo, tiene detractores. Este año incluso se abrió una campaña contra este evento a través de las redes sociales, pero la tradición continúa. Más de un siglo llevan en Deiro celebrando una prueba que, además de a mucho público, atrae cada edición la atención de los medios de comunicación, eclipsando otras actividades de los festejos.También peculiares son las procesiones de San Roque do Monte. Ayer tuvo lugar el traslado de San Miguel y la virgen del Carmen de la iglesia parroquial hasta la capilla de San Roque y el martes la comitiva religiosa hará el camino de vuelta con María Auxiliadora. Entre tanto no faltarán las misas, las verbenas y la subasta de dádivas.
in La Voz de Galicia
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