La catedral de Tui nuevamente está recubierta en parte por andamios para limpiar y restaurar los parámetros verticales, después de comprobar que las obras de eliminación de humedades realizadas hace poco no habían sido suficientes. El pasado año se colocó un canalón y se arregló el tejado de la torre de San Andrés, pero la humedad en las paredes interiores volvió a aparecer.
El deán de la catedral, José Diéguez Dieppa, informó ayer de esta nueva obra de consolidación que financia la Consellería de Cultura de la Xunta de Galicia y que se realiza al descubrir, tras las restauraciones anteriores, que el deterioro en el interior del templo es debido a los morteros deteriorados que unen las juntas de las paredes exteriores de piedra.
El tratamiento que se aplica a esta parte del edificio histórico "es como un impermeable", compara el deán, precisando que se utilizan morteros "bastardos" antiguos para encintar las piedras, con el fin de que las paredes "respiren" de manera que no acumulen la humedad en su interior, como ha venido ocurriendo hasta ahora, coincidiendo con un último invierno azotado por varios temporales.
Asegura Diéguez Dieppa que este tipo de mortero "es el más eficaz" en los antiguos edificios.
Las humedades afectan a la capilla del Santísimo y a la parte norte del triforio, estancias que se repararán dentro de la misma obra cuya finalización está prevista en los meses de diciembre o enero, a cargo de la misma empresa que realizó la actuación anterior.
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