segunda-feira, 14 de janeiro de 2019

La lamprea se hace de rogar en el Miño

Transcurrida una semana desde el inicio de la pesca de este codiciado pez, las capturas han sido escasas y los pescadores esperan poder tener mejor campaña que la de la angula

La carrera por la captura de la lamprea ya ha comenzado en aguas del Miño. Transcurrida una semana desde el inicio de la campaña, algunos de los ejemplares de este codiciado animal con cuerpo gelatinoso, cilíndrico, sin escamas y muy resbaladizo ya se venden en las lonjas a precios de 30 y 40 euros. El caudal del río y la presencia de un alga invasora en sus orillas condicionará la campaña de pesca de dicho pez, en la que participarán un centenar de pescadores.
La campaña de pesca de la lamprea ha comenzado hace una semana en aguas del Miño y los primeros ejemplares ya se han vendido en la lonja a precios que rondan los 30 y 40 euros. Por el momento todavía no ha habido muchas capturas porque durante el inicio de la temporada la pesca siempre es más moderada, no obstante, aunque todavía es pronto para hacer pronósticos, los pescadores que faenan en el tramo fluvial de Tui, Tomiño y A Guarda esperan que las lampreas no se hagan de rogar tanto como las angulas, cuya última campaña ha sido definida por Fernando Ferreira, presidente de la Asociación de Pescadores del Río Miño, como "desastrosa".
Los hábitos nocturnos de este primitivo pez, ingrediente principal de uno de los platos más codiciados en los municipios que rodean el Miño, obligan a los pescadores a realizar su captura las 24 horas del día, excepto los domingos, día de descanso para los pescadores. En esta campaña se superarán los cien pescadores con licencia a la caza de lamprea, pero, aunque la temporada dura cuatro meses, durante las primeras semanas la actividad es más escasa y son bastantes los profesionales de la pesca que se reservan para más adelante, cuenta Fernando Ferreira.
El caudal del río es un factor fundamental para favorecer o dificultar la pesca. La crecida del río favorece la entrada de ejemplares porque los orienta hacia la desembocadura, mientras que cuando el agua está turbia también es una ventaja, pues entorpece la visibilidad de estos animales con cuerpo gelatinoso, cilíndrico, sin escamas y muy resbaladizo. En este sentido, el presidente de la Asociación de Pescadores del Río Miño explica que "cuando el río está revuelto es mejor ir de día y cuando el caudal es bajo y está calmado, mejor de noche; estos días se está pescando de noche ya que el río tiene poco caudal".
Planta invasora
Al margen de la cantidad de agua que fluye por el río, el principal enemigo al que se enfrentan los pescadores en esta campaña de lamprea es la presencia de una planta invasora, la Elodea Canadiensis. Esta crece en las orillas del río y dificulta la captura de este pez primitivo, pues se enreda en los aparejos de pesca. "Está invadiendo el río a un ritmo galopante", asegura Ferreira, quien lamenta que los pescadores del Miño llevan sufriendo los efectos de dicha planta desde hace 5 años.
La campaña, que arrancó el 3 de enero, se prolongará hasta el 20 de abril, por lo que habrá que esperar a primavera para conocer si ha sido un buen año para la pesca de la lamprea en último tramo del Miño y, por consecuencia, para saber si los platos elaborados con dicho pez serán más o menos asequibles.
in Faro de Vigo

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