quarta-feira, 6 de abril de 2011

Un guardia civil, héroe del Miño


Arriesgó su vida para salvar la de una mujer que acababa de tirarse al agua desde el viejo puente internacional de Tui. El guardia civil Manuel Bugallo Fernández es el nuevo héroe del Miño. No se lo pensó dos veces a la hora de lanzarse al río de noche para rescatar a la joven de 27 años que se encontraba en peligro. Sucedió el lunes sobre las nueve y media de la noche. Una mujer de la parroquia de Malvas se lanzó desde la mitad del antiguo puente de hierro después de haber dejado una nota a su familia.
Pero un hombre que cruzaba hacia Valença haciendo deporte fue testigo del intento de suicidio y dio la vuelta para dar la alarma en el Centro de Cooperación Policial y Aduanero ubicado en el lado español de la frontera. En ese momento entraba por la puerta Manuel Bugallo, a quien todavía le faltaba media hora para comenzar su turno. Fue rápidamente hasta el puente y divisó el cuerpo que era arrastrado por la corriente en dirección a la desembocadura.
Los minutos siguientes fueron intensos y frenéticos. Bajó hasta la ribera por un camino de tierra y corrió con todas sus fuerzas hasta ponerse a la altura de la joven. La maleza le impedía acceder al agua y no se veía nada. En cuanto vio un claro entre la vegetación se lanzó a la oscuridad del cauce. Sintió una gran impresión al entrar en contacto con el agua. Su cuerpo se rasgó entre las ramas. Los sedimentos acumulados en la orilla en ese punto no le dejaban avanzar. La víctima le gritaba: «¡No te vayas!». Él intentaba calmarla. «Tranquila, te voy a salvar», le decía. Volvió a tierra y avanzó unos metros hacia el sur hasta que por fin dio con un lugar idóneo.
Se quitó la ropa y se lanzó al agua. Nadó unos 50 metros hasta que por fin pudo agarrar a la chica, que estaba rendida. Después tuvo que hacer un gran esfuerzo para depositarla junto a la orilla agarrándose a unas ramas y cogiéndola en peso con un brazo. Con ayuda de otro compañero la llevaron a la comisaría conjunta, donde le pusieron mantas y le dieron una taza de café antes de que se la llevara la ambulancia del 061.
in La Voz de Galicia

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