Un conductor que circulaba a gran velocidad poniendo en peligro a peatones y automovilistas protagonizó la pasada madrugada una espectacular persecución policial en Tui. La temeraria fuga del piloto, un ciudadano portugués, comenzó en el casco histórico de la localidad –donde a esa hora se congregaban un gran número de personas ante los pubs y discotecas– y concluyó más de seis kilómetros después en la autovía A-55, ya a la altura del nuevo puente internacional que comunica Tui con Portugal. La patrulla que lo seguía lo interceptó y procedió a su detención por un delito contra la seguridad vial: se trata de Estefhane E.A., vecino del cercano municipio luso de Valença, que dio negativo en la prueba de alcoholemia.
Todo comenzaba a las 03.40 horas en la zona monumental. Una patrulla de la Policía Local vio en el entorno de la praza do Concello al conductor de un Honda Civic que no respetaba la señal de acceso prohibido –excepto residentes–. Le dieron el alto, pero el piloto giró hacia la calle Seijas, derrapando, para a continuación acelerar y empezar una temeraria fuga por las estrechas calles del casco vello.
La presencia del vehículo obligó a varias personas que estaban en la zona de pubs a apartarse para evitar ser arrolladas. Tras circular por las calles Sanz, Cuenca, Antero Rubín y Calzada, tras esta última, y saltándose un stop, accedió a la avenida de la Concordia haciendo peligrosos adelantamientos, según fuentes policiales, mientras la patrulla lo seguía. La huida siguió por la N-551 hasta que, tras casi colisionar con un turismo en la rotonda del Tanatorio, se incorporó a la A-55 en dirección a Portugal. En la curva de acceso hizo un trompo y llegó a impactar con el coche policial. Pese a ello siguió circulando hasta que fue alcanzado en a la altura del puente internacional.
in Faro de Vigo
Todo comenzaba a las 03.40 horas en la zona monumental. Una patrulla de la Policía Local vio en el entorno de la praza do Concello al conductor de un Honda Civic que no respetaba la señal de acceso prohibido –excepto residentes–. Le dieron el alto, pero el piloto giró hacia la calle Seijas, derrapando, para a continuación acelerar y empezar una temeraria fuga por las estrechas calles del casco vello.
La presencia del vehículo obligó a varias personas que estaban en la zona de pubs a apartarse para evitar ser arrolladas. Tras circular por las calles Sanz, Cuenca, Antero Rubín y Calzada, tras esta última, y saltándose un stop, accedió a la avenida de la Concordia haciendo peligrosos adelantamientos, según fuentes policiales, mientras la patrulla lo seguía. La huida siguió por la N-551 hasta que, tras casi colisionar con un turismo en la rotonda del Tanatorio, se incorporó a la A-55 en dirección a Portugal. En la curva de acceso hizo un trompo y llegó a impactar con el coche policial. Pese a ello siguió circulando hasta que fue alcanzado en a la altura del puente internacional.
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