Joaquim Romeu, funcionario público de Valença, sigue de cerca los rescates. Suelen venir seguidos de despidos de trabajadores públicos. Ya ha habido recortes para los empleados del Estado que ganan más de 1.500 euros. Los impuestos han disparado el precio de los coches nuevos, «diez mil euros más caros que en España». Las bombonas de gas valen 25 euros y, al otro lado del Miño, no pasan de 12. La gasolina del automóvil cuesta 1,54 euros y la de moto, 1,84. «Y encima quieren subir el IVA al 25%», afirma Joaquim. Este ha aguzado el ingenio y cruza el puente para abastecerse en España de alimentos y combustible. «Lo que han conseguido los políticos es que Tui no se vaya abajo, porque recibe divisas portuguesas, de aquí el dinero huye», dice.
La comerciante María Amoeda piensa lo mismo: «El que tiene dinero no quiere investir. Nadie compra un piso porque no le van a pagar el alquiler. Los créditos están más difíciles. En Francia o Navarra le crisis se nota menos que en Galicia».
in La Voz de Galicia
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