Los pioneros del arte abstracto vivieron en la calle Colón y en García Barbón. Dos figuras clave de las vanguardias artísticas a comienzos del siglo XX, Sonia y Robert Delaunay, residieron en Vigo en 1916, mientras Europa soportaba penurias en plena la I Guerra Mundial. El matrimonio llegó desde Portugal y mantuvo una intensa correspondencia, en lengua francesa, con artistas del país vecino, como Amadeo de Souza-Cardoso, José de Almada Negreiros, José Pacheco y Eduardo Viana, que reciben decenas de cartas datadas en Vigo, donde se quedan hasta el fin del verano de 1916 para instalarse después en Valença do Minho. El historiador y profesor Carlos López Bernárdez (Vigo, 1958), repasará los detalles de esa estancia en una charla que se celebra hoy a las 20.30 horas en la Alianza Francesa (República Argentina 22), con entrada libre. Bernárdez, que está especializado en temas literarios y artísticos, además de comisariar varias exposiciones y ser autor de libros sobre escritores como Manuel Antonio o Vicente Risco y artistas como Seoane, Maruja Mallo o Laxeiro, también ha escrito sobre la imagen de Vigo en el arte. En este caso, la entidad le invitó a dar esta charla que bucea en la cultura gala a través de estos dos grandes artistas y a su vez los conecta con Vigo, donde estuvieron domiciliados hace poco más de un siglo, con estancias intermitentes durante 5 meses. La circunstancia tuvo su importancia, ya que dejó una pequeña huella: «É interesante a relación que estableceron con Galicia desde Portugal e está moi ben documentada na correspondencia que manteñen cos artistas lusos, sobre todo con Cardoso, que está editada», remarca.El historiador relata que la pareja estaba en el País Vasco cuando comienza la guerra y no regresan hasta bastantes años después. Que llegaran se produjo por una circunstancia curiosa. Estaban viviendo en Vila do Conde, cerca de Oporto y cuando Portugal entra en el conflicto bélico, se altera la situación legal de Robert, ya que podía ser movilizado para incorporarse a filas al estar en un país aliado. «Acuden ao consulado francés en Vigo e se establecen aquí para regularizar a súa situación. Instálanse nunha casa na rúa Colón e máis tarde trasládanse a outra en García Barbón», resume, añadiendo que en esa etapa se produce alguna anécdota desagradable, como la detención de Sonia en la frontera, acusada de espionaje. Tras su estancia viguesa, se van a Valença. Bernárdez indica que más allá de la importancia de su presencia en la ciudad, que la tiene, su legado artístico vinculado a Vigo dejado por el matrimonio es escasa, aunque hay ciertas huellas gallegas que llegan con posterioridad a su presencia, como un poema en gallego-portugués sobre una naturaleza muerta de Robert o en los proyectos de murales que hizo Sonia para Valença, que se conservan en el Museé de la Ville de París, aparecen las orillas de Tui.La única imagen que se conserva de ellos en Vigo está en ese museo. Es una foto de estudio en la que aparecen con su hijo y su asistenta portuguesa. Bernárdez intentó saber si se trataba del estudio de Pacheco, pero no logró confirmarlo. «O contacto coas vangardas en Galicia se producen nos anos 20, porque o certo é que nos anos 10 non había nada. O de Portugal é unha excepción», subraya. Los Delaunay no fueron los únicos famosos que decidieron pasar un tiempo en Vigo, o no lo decidieron, pero la vida les llevó hasta aquí por diversos motivos.
in La Voz de Galicia
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