Toallas, café, vino y ahora Tamiflu. Portugal está empezando a vivir una nueva demanda comercial por parte de los gallegos y en esta ocasión sin estar motivada por los bajos precios. La gripe A está llevando a decenas de gallegos a cruzar la frontera para adquirir en las farmacias lusas el antiviral que la Administración sanitaria española retiró en abril del mercado para dispensarlo bajo estricto control médico solo en hospitales y centros de salud.
«Desde hace unas semanas está viniendo mucha gente de España a comprar Tamiflu», reconoce María Luis Gonçalves, vendedora de la farmacia Jardín, de Valença, a menos de un kilómetros de la frontera. «Yo diría que más que obsesionados están obcecados en comprar este medicamento, que en todo caso solo lo vendemos con receta médica», añade la técnica del establecimiento.
Dicho trámite puede ser extendido por un médico luso, español o de otro país, «a nosotros nos da igual, mientras venga con su número de colegiado y podamos demostrar, si llega el caso, que lo hemos vendido correctamente», señala un farmacéutico de Viana do Castelo, que prefiere mantener su anonimato tras reconocer que hasta que hace unos días las autoridades sanitarias lusas recalcaron la necesidad de la receta, «se hacía algo la vista gorda y se vendía sin requisito alguno».
En otra farmacia de la misma localidad fronteriza su encargado tiene la sospecha de que muchos de los compradores gallegos son profesionales sanitarios o familiares próximos que quieren contar con el Tamiflu en sus botiquines por si les llega a hacer falta.
Más barato
El precio del fármaco incluso es algo más barato que cuando estaba disponible en las farmacias españolas. Por 25,17 euros se puede adquirir el medicamento, «pero no se puede tomar así como así, es muy específico para la gripe A», recalca Gonçalves, que recuerda el otro repunte de ventas del Tamiflu cuando hace cuatro años cundió el miedo a la gripe aviar.
En Chaves (localidad lusa situada a dos kilómetros de Verín), sin embargo, ninguno de los farmacéuticos consultados ha detectado la fiebre española por el Tamiflu, que ya está dejando rastro también en Internet y sin la más mínima exigencia médica. Un portal farmacéutico español ofrece el mismo medicamento en su composición de diez cápsulas a 165 euros y el de 50 comprimidos a 620. Rellenando un sencillo cuestionario, el fármaco es enviado desde farmacias inglesas con una receta médica anexa. Un teléfono de Madrid de esta farmacia on-line resuelve cualquier duda y una conocida empresa de reparto lo lleva a casa en 48 horas.
«Las farmacias en Internet en España son ilegales y están dando lugar a fraudes, porque envían medicamentos parecidos a los pretendidos, incluso algunas veces falsos, y luego no hay a quien reclamar», recalca Nicanor Floro, presidente de los farmacéuticos pontevedreses. Considera que la compra de Tamiflu en Portugal y en Internet «es consecuencia de la psicosis que se está generando, pero se debe saber que el uso sin motivo de este medicamento puede generar resistencias y hacerlo inútil cuando sea necesario».
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