Los taxistas portugueses amenazan con rebelarse por la nueva situación a la que se enfrentan debido a una norma de la Dirección General de Transportes por Carretera de España que les impide trabajar en el territorio español, al carecer de autorización de transporte interior para llegar a la correspondiente frontera. La Asociación Nacional dos Transportes Rodoviarios em Automoveis Ligeiros (Antral), a la vista de lo que interpreta como una injusticia, decidirá hoy si aplica medidas de presión como puede ser el bloqueo de la frontera con Galicia.
Pedro Henrique Martíns de Sousa, delegado consejero de Antral en Valença do Minho, denunció ayer los perjuicios que supone para este colectivo la aplicación de esa normativa, cuando desde siempre han realizado viajes por encargo a lugares de Galicia y de otras comunidades españolas, la mayoría de ellos por orden de compañías de seguros portuguesas para asistencia de asegurados en viajes.
Como otros taxistas portugueses, Martíns de Sousa traslada a clientes portugueses que van a España o a turistas que viajan a Tui, Vigo, A Guarda, los cuales marcan hora para volver a buscarles.
Protestas
Otros compañeros de profesión de los 21 taxistas con parada en Valença: José Rodrígues Lourenço (con 25 años de oficio), Delfín Terças Ribeiro (30 años de taxista), Julio Joaquim Rocha Soares (25) y María Julia De Sousa Várzeo, coinciden en expresar su consternación por esta traba a su trabajo diario.
En este sentido, se sienten además discriminados, pues los taxistas gallegos tienen idéntica forma de operar que ellos, y son muchos los que trasladan a españoles a destinos en Portugal, y también aceptan a viajeros que les requieren desde el 0país vecino para regresar a la comunidad gallega.
"Nunca hubo problema alguno", afirma Martíns de Sousa. Recuerda que "hace años se nos exigía para este trabajo una hoja de ruta para recoger y llevar pasajeros, pero este requisito se terminó años antes de suprimirse las aduanas".
in La Opinion Coruña
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