Alumnos y profesores del CEIP Plurilingüe Número 2 de Tui disfrutaron ayer de toda una batería de «juegos de huerta». Eso también incluye involucrarse en la plantación y mantenimiento de las especies que cultivarán en su invernadero. Pero ayer se centraron en disfrutar más de los juegos que de la huerta, aunque algunas de las muchas actividades que sorprendieron a los pequeños tenían mucho que ver con actividades agrícolas.
El patio se organizó por zonas y grupos mezclados de escolares de distintos ciclos para facilitar la integración y la socialización. Hasta una veintena de propuestas hicieron las delicias de grandes y pequeños porque la oferta incluyó desde la carretilla a la calabaza, pasando por espigas, zancos, canicas o bolos celtas. Fue una de las primeras actividades que organizan en el marco del proyecto Sente e envólvete coa nosa terra, con el que el centro se bautiza en el programa de educación medioambiental Voz Natura de la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre.
Los rostros de entusiasmo de los escolares evidenciaban que aprendieron la lección. «El objetivo del proyecto es que los niños comprendan y sientan con sus manos lo que es la naturaleza», explica la profesora y tutora del proyecto, Patricia Merchán.
Lúa es la mascota de la biblioteca del centro y la que acompañará a toda la comunidad educativa que participa en esta nueva aventura, desde la siembra hasta la plantación y recogida de los frutos. Participa todo el profesorado con diferentes temáticas: plantas aromáticas y su uso en la cocina, medicinales, y otras para elaborar perfumes y cosmética. Los jóvenes también están aprendiendo de forma activa a diferenciar las setas, los árboles autóctonos o las frutas y hortalizas, así como su uso en la alimentación saludable y la influencia de la luna sobre los cultivos. A final de curso se hará un gran mercadillo solidario con todos los productos cosechados por los jóvenes.
Para arrancar con fuerza han hecho también un cortometraje en el que la mascota introduce y explica los pormenores del proyecto, organiza y distribuye las labores. Las actividades se prolongarán durante todo el curso y se trabajarán dentro y fuera del aula. Se aplicará una metodología constructiva que permita a los escolares crear sus propios conocimientos a través de la creación y la manipulación directa de la tierra, de sus productos, de su lenguaje y de su lengua.
in La Voz de Galicia
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