La fachada de la ciudad, con el acceso del Camino de Santiago portugués, se desmorona
A Tui, que con 2.000 años de vida urbana continuada, «es la ciudad más antigua de Galicia», según reveló el historiador Suso Vila en su último trabajo, le pesan los años. Su postal, la de la colina de piedra que acuñó Eliseo Alonso, se desmorona. Es la instantánea desde la Avenida Martínez Padín, donde la puerta de entrada del Camino de Santiago portugués en Galicia ha sucumbido ante una indiferencia demoledora. Tanto es así que el camino discurre por una retahíla de edificios abandonados, salpicados de carteles de propiedades en venta, ventanas tapiadas con cemento, tejados desmoronados y muros apuntalados a medio caer.
Los pocos vecinos que residen en la línea principal, entre los números 33 y 49 sobrellevan la carga de mantener con vida la postal, casi en solitario, con riesgos evidentes para su propia integridad. La esquina de entrada a la calle Piñeiro no es más que las ruinas de una casa que ya cayó y que amenazaba con venirse abajo por los dos frentes. «Hace ya 30 años que mi suegro les decía a los niños que no pasaran por ahí por miedo y no hacen nada, el muro ya está doblado y todo el suelo resbala», indica Humberto Cesáreo, un vecino que nació en la casa de al lado hace 62 años y que advierte por enésima vez de que la inacción de las autoridades puede tener consecuencias trágicas.
No hay más casas habitadas hasta el número 43. «Llevo 47 años viviendo aquí, es más que una lástima cómo está abandonado todo, una tristeza y además sufro en mi propia casa los desperfectos de la de al lado, que está vacía», señala Moncha Vázquez. A pocos portales, el único edificio de esta fachada sentenciado por ley... pero este no cae.
Tres edificios más sustentados por sus propietarios consiguen mantener una imagen digna en la principal zona de entrada al conjunto histórico. Tui es de los pocos municipios en los que tiene una zona monumental mucho mejor cuidada que su fachada. El indicador más fiable, por su estado de conservación para acceder por la ruta jacobea al mismo, es el cartel pintado desde hace décadas sobre un muro que dice Muebles Álvarez.
«Las miradas de los que residen en un lugar se acostumbran al paisaje cotidiano, pero el impacto es evidente para los que llegan, la avenida de entrada ofrece una imagen decrépita de la ciudad», considera Antonio Quiroga. El arquitecto explica que «la carta de presentación es penosa a efectos turísticos», pero recalca también el impacto sobre la imagen, la salud y la seguridad. «Hay lugares de gran peligro, como el desplome de la casa que hace esquina con la calle Piñeiro y que ya se registró una vez. La integridad física está en riesgo y el Concello ha de intervenir porque es quien tutela la seguridad pública», advierte.
El historiador Suso Vila, autor también de Pazos e casas de Tui y Valença, señala que «la ciudad es altamente sensible a la degradación de su patrimonio civil, pues el mismo forma un conjunto homogéneo, sin destacar edificios civiles. Esa unidad es uno de los valores que hacen que Tui sea segundo conjunto histórico de Galicia». «Cada uno de los inmuebles del conjunto tienen valor por pertenecer a algo mucho mayor e interesante, por eso la ruina y abandono de sus casas empeora la calidad de vida de sus habitantes y provoca que se estanque su recuperación».
De muchas de las fincas en ruinas no se les conoce ni la propiedad, porque son herencias de personas que emigraron y cualquier actuación en este espacio, paradójicamente depende de Patrimonio por ser zona de protección.
Hay muchas formas de hacer el camino. Incluso desandándolo o incluso en círculos.
in La Voz de Galicia
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