El Concello inspecciona todos los locales de copas para acabar con la «impunidad» de los que llevan años sin cumplir la normativa.
El ruido y el vandalismo nocturno ha llegado a una situación insostenible para cientos de vecinos del casco urbano de Tui durante los fines de semana y el gobierno municipal ha decidido aplicar mano dura contra los locales de ocio que incumplen la normativa. El Concello se ha propuesto terminar con la impunidad con la que han venido funcionando buena parte de los bares de copas que abren de madrugada y cuya actividad perturba el descanso de los residentes. Las autoridades locales han ordenado la inspección de todos los establecimientos para ver si cumplen la normativa en materia de ruido, horarios, si se adaptan al planeamiento urbanístico, si la actividad que realizan es conforme con la licencia que han obtenido o si sirven bebidas alcohólicas a menores de edad. Han descubierto que los incumplimientos son generalizados. Las fuerzas del orden han levantado numerosas actas de infracción y en la actualidad el Concello instruye los correspondientes procedimientos sancionadores.Al mismo tiempo, las autoridades locales están revisando todos los locales del casco histórico para ver si cumplen o no con la actividad reflejada en las licencias. Producto de estas inspecciones, recientemente se ordenó la suspensión de la actividad de uno de los lugares más concurridos, La Posada, ubicado en la zona monumental, por haber realizado obras sin licencia que los técnicos municipales consideran ilegalizables.
El Concello ha abierto más expedientes y no descarta ordenar nuevos cierres en función de que las anomalías detectadas sean o no legalizables. «Hay una sensación de impunidad porque el anterior gobierno no tramitó actas de inspección urbanística», manifestó ayer Enrique Cabaleiro, que ha decidido coger el toro por los cuernos para atajar un problema que los vecinos llevan muchos años padeciendo y que se ha ido agravando con el tiempo. Zona sensibleEl regidor tudense afirma que el conjunto histórico es un área sensible y merece una protección especial. «Cualquier actividad de ocio que se desarrolle en esta zona tiene que ser ordenada y muy controlada», manifiesta Cabaleiro, que denuncia que tanto él como la Guardia Civil han recibido insultos y coacciones por velar por la legalidad en este entorno.El Ayuntamiento actúa de esta forma ante la gran cantidad de quejas que ha recibido de los vecinos, que están dispuestos a movilizarse para reclamar su derecho a descanso y a poder estar en paz durante las noches de los fines de semana. Vecinos de la Avenida de la Concordia afirman que la situación se ha agravado desde que la discoteca Anubis fleta autobuses para traer clientes desde Vigo y Portugal. La entrada a este establecimiento les da derecho después a tomarse la última copa en la discoteca Metropol, ubicada en la zona monumental. El trasiego de jóvenes entre ambos locales está generando numerosas situaciones conflictivas. Los vecinos relatan que las peleas en la calle son habituales, que los vándalos rompen los cristales, hacen sus necesidades en la calle, gritan y les amenazan. La Policía Local carece de efectivos suficientes para poner orden y los residentes de la zona demandan a la Subdelegación de Gobierno que destine más medios para prevenir el vandalismo.«Montan una escandalera terrorífica,» señala una vecina que vive en el edificio de la discoteca. «La juerga la hacen arriba y luego vienen arrasando por la corredera. «El otro día creía que rompían la estatua de Calvo Sotelo», añade. Otra vecina relata que cuando el pasado domingo quiso salir de su casa para ir a misa, se encontró a una joven inconsciente en la escalera. «Estaba como muerta, si la hubiesen enterrado, ni se habría enterado», dijo.
in La Voz de Galicia
Sem comentários:
Enviar um comentário