La Comunidad Intermunicipal del Alto Minho-Lima (formada por ayuntamientos ribereños portugueses) y el Eixo Atlántico de municipios de Galicia y Norte de Portugal están convencidos de que en un plazo corto de tiempo, tres años, será posible contar con un tren rápido que una Vigo y Oporto en 75 minutos, lo que resultaría un avance espectacular sobre la situación actual.
No será el AVE proyectado, cuya construcción resulta imposible por problemas financieros, pero sí un medio de transporte eficaz a 150 kilómetros por hora de media que sustituirá al viejo ferrocarril del Miño que cubre la distancia entre en más de tres horas y por ello resulta ineficaz. La empresa lusa de ferrocarriles decidió suspender el servicio, pero Fomento aceptó subvencionarlo en su tramo, por lo que continúa.
Así de claro lo tienen tanto la Comunidad del Alto Minho, que acaba de emitir un estudio de reflexión sobre la viabilidad de la línea ferroviaria del Miño, y también el Eixo Atlántico, cuyo secretario general, Xoán Vázquez Mao, maneja algunas de las claves que conducen a la misma conclusión. Irónico, asegura que 'el tren entre Vigo y Oporto se va a hacer, aunque en Lisboa a lo mejor ni lo saben aún'. Vázquez Mao explica que hay fondos europeos a disposición del Gobierno portugués para modernizar la línea ferroviaria para que un tren pendular tipo Talgo hasta Valença. 'Habrá ese tren, eso seguro, porque Bruselas está dispuesta a poner el 85 por ciento de los fondos, unos 150 millones de euros. Para Lisboa la aportación se resumiría en apenas 22 millones a dividir en tres anualidades. Pero eso no es lo mejor -añade el secretario del Eixo Atlántico- porque hay cálculos realizados 'donde se concluye que no sólo se trata de una obra necesaria y de un coste asumible, sino que incluso le dará dinero al Estado portugués, unos 53 millones de ingresos por distintos aspectos', señala Mao tras conocer un informe específico realizado. Luego quedaría la parte española, desde Tui hasta Vigo, apenas 20 kilómetros que podrían realizarse por el nuevo trazado ya en obras, sin necesidad de construir la salida sur, por el centro de Vigo mediante túneles, que encarecería el proyecto. 'Este tren no es una fantasía, y podría ir desde Vigo hasta Oporto en hora y cuarto, suficiente para su viabilidad. Mucha gente que coge el coche preferirá ir en tren, más rápido y barato', indica.
Así de claro lo tienen tanto la Comunidad del Alto Minho, que acaba de emitir un estudio de reflexión sobre la viabilidad de la línea ferroviaria del Miño, y también el Eixo Atlántico, cuyo secretario general, Xoán Vázquez Mao, maneja algunas de las claves que conducen a la misma conclusión. Irónico, asegura que 'el tren entre Vigo y Oporto se va a hacer, aunque en Lisboa a lo mejor ni lo saben aún'. Vázquez Mao explica que hay fondos europeos a disposición del Gobierno portugués para modernizar la línea ferroviaria para que un tren pendular tipo Talgo hasta Valença. 'Habrá ese tren, eso seguro, porque Bruselas está dispuesta a poner el 85 por ciento de los fondos, unos 150 millones de euros. Para Lisboa la aportación se resumiría en apenas 22 millones a dividir en tres anualidades. Pero eso no es lo mejor -añade el secretario del Eixo Atlántico- porque hay cálculos realizados 'donde se concluye que no sólo se trata de una obra necesaria y de un coste asumible, sino que incluso le dará dinero al Estado portugués, unos 53 millones de ingresos por distintos aspectos', señala Mao tras conocer un informe específico realizado. Luego quedaría la parte española, desde Tui hasta Vigo, apenas 20 kilómetros que podrían realizarse por el nuevo trazado ya en obras, sin necesidad de construir la salida sur, por el centro de Vigo mediante túneles, que encarecería el proyecto. 'Este tren no es una fantasía, y podría ir desde Vigo hasta Oporto en hora y cuarto, suficiente para su viabilidad. Mucha gente que coge el coche preferirá ir en tren, más rápido y barato', indica.
Otros diez ayuntamientos, de acuerdoArgumentos similares emplea la Comunidade Intermunicipal do Minho-Lima. Este grupo, integrado por diez ayuntamientos (Viana do Castelo, Valença, Vilanova de Cerveira, Caminha, Melgaço, Monçao, Arcos de Valdevez, Paredes de Coura, Ponte da Lima y Ponte da Barca) encargó un estudio para evaluar las posibilidades de las mejoras substanciales en la línea de Miño, desde Oporto a Viana, siguiendo por Valença y llegando a Vigo. Concluye el informe que el tren pendular podría fácilmente circular por una línea modernizada en velocidades entre 120 y 220 por hora. De esta forma se pasarían de una duración del trayecto que en el mejor de los casos, con menos paradas, se sitúa en dos horas y 20 minutos a una hora y 27 minutos, una hora menos y totalmente competitivo frente a la carretera, que se sitúa en el mismo recorrido en torno a una hora y 45 minutos con peajes de 12 euros.
in Atlántico Diário
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