Uno de los tomos de "La Música Medieval en Galicia" se dedica a estos pergaminos que se conservaron al usarse para forrar libros parroquiales - La música es a una voz y con órgano
La reciente edición de la obra "La Música Medieval en Galicia (siglos XII y XIII)" , presentada días pasados en Ourense, dedica uno de sus ocho volúmenes a los pergaminos con música medieval que se guardan en el Archivo Histórico Diocesano de Tui y que han sobrevivido al paso del tiempo al ser reutilizados para forrar o encuadernar libros parroquiales. La publicación de la editorial Armonía Universal pone al alcance la posibilidad de interpretar unas cien piezas completas. Es música a una voz que se acompaña al órgano.
El canónigo archivero Avelino Bouzón ha sido el guía para llegar a los pergaminos originales, el más antiguo del siglo XII y la mayoría procedentes de Santa María de Baiona, aunque hay también de Santa Baia de Atios, Santa María de Baiña, San Tomé de Parderrubias, San Cibrán de Paredes y San Lourenzo de Salcidos.
El autor de la obra es Manuel Rey Olleros, doctor en Historia de la Música y especialista en música medieval. Coordinó el proyecto el director de la editorial Armonía Universal, Carlos Núñez Deza. El proyecto fue premiado en 2011 en la convocatoria de ayudas que concede la Consellería de Cultura para obras de importancia en el crecimiento intelectual de Galicia. Los pergaminos formaron parte inicialmente de breviarios y misales que se utilizaban en la catedral y parroquias. Quizás por no saber leer esa música, de allí fueron desgajados para otros usos. Los fragmentos más antiguos están escritos en letra visigótica y los posteriores con letra gótica. De los 35 fragmentos catalogados, 17 contienen una notación musical llamada aquitana, basada en colocar puntos sobrepuestos sobre una línea. Como explica Carlos Núñez, "la catalogación y estudio de estos antiguos códices es vital para la conservación y conocimiento de nuestro pasado musical, ya que ofrecen una información privilegiada para comprender la aparición y penetración del canto gregoriano en España, desde finales del siglo XI".
Estos fragmentos presentan rasgos en la grafía que son particulares de Galicia y que indican una determinada interpretación. Hay sonoridades específicas de los diferentes modos musicales medievales con esos rasgos gallegos. El musicólogo Rey Olleros indica que una de las peculiaridades es "como se organiza la melodía entorno a nota final y recitado". Los pergaminos sólo tienen una línea y sin clave, con lo que "esa nota escrita puede ser cualquiera". El dilema tiene solución, dice, pues "cada modo tiene sus finales y al comparar varios de ellos con otros códices, se sabe cuál es la nota de la línea".
in Faro de Vigo
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