Demandada por unanimidad que no se apliquen sobrecostes por itinerancia a la telefonía móvil de los 26 concellos limítrofes con el norte de Portugal
El sobrecoste de las llamadas de teléfono por roaming o itinerancia es un problema que sufren normalmente los ciudadanos cuando utilizan el móvil desde el extranjero, aunque en zonas transfronterizas, como es el sur de Galicia, también se puede acabar notando en la factura a final de mes, sin que el usuario haya salido nunca de Tui, A Mezquita, Lobios o cualquiera de los 26 municipios limítrofes con Portugal. El de la «invasión» involuntaria de redes de telefonía del país vecino es un problema muy específico que ayer fue abordado en el Parlamento gallego, donde se plasmó un acuerdo unánime para reclamar ante Madrid y Bruselas la supresión de las tarifas por roaming a los residentes en las poblaciones transfronterizas de la raia galaico-portuguesa.
El asunto fue el elevado al pleno de la Cámara por la diputada socialista Noela Blanco, quien enumeró los pasos dados ya en la última década por la Unión Europea (UE) para abolir las tarifas por itinerancia entre Estados miembros por entender que minan la construcción de un verdadero mercado interno.
La Eurocámara, a propuesta de la Comisión, fijó la supresión del roaming para diciembre del 2015, aunque la presión de las operadoras logró que la decisión se pospusiera hasta el 2017, con una rebaja de tarifas del 75 %.
Noela Blanco tomó como referencia el acuerdo bilateral entre Bélgica y Luxemburgo, que abolieron el roaming, para defender que no se esperara hasta entonces y se anticipara la medida. Los grupos Mixto, BNG y AGE apoyaron la decisión, pero el PP, a través del diputado Moisés Blanco, introdujo un pequeño matiz en el debate al plantear sustituir el texto de los socialistas por otro en el que se emplazaba al Gobierno de España a «iniciar accións conxuntas» con Portugal.
Pero la diputada proponente no aceptó la transacción. Lo hizo dedicándole al portavoz del PP duras palabras: «A súa visión transfronteiriza é a ir de a Portugal a mercar toallas e comer bacallao», protestó Noela Blanco, quien insistió en el quebranto que le provoca a muchos ciudadanos el hecho de que sus teléfonos se vean invadidos de forma «indesexada» por redes portuguesas que le acaban pasando la factura a su operador.
Con todo, al final el PP aceptó la propuesta original y fue posible un acuerdo unánime para emplazar al Gobierno español a que haga las gestiones oportunas en el seno de la UE para que suprima el cargo por roaming a las poblaciones de la raia antes de su abolición en el 2017.
in La Voz de Galicia
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