El mensaje de Fátima no estaba definitivamente concluido con el ciclo de las apariciones de 1917. El 24 de octubre de 1925, Lucía dos Santos ingresa en el Instituto de Santa Dorotea, siendo admitida como postulante en el convento de esa congregación en Tui. Poco se habla de su estancia en la ciudad fronteriza, que sin duda fue -literalmente- trascendental. Allí, el 13 de junio de 1929, la hermana Lucía tuvo una visión de la Santísima Trinidad y del Inmaculado Corazón de María, durante la cual la Virgen le comunicó que "había llegado el momento de participar a la Santa Iglesia su deseo de consagración de Rusia y la promesa de su conversión".
"El desafío (mejor aún, la vocación) de Fátima sigue siendo aparecer como un lugar místico y mistalógico en el que resplandezca la belleza del rostro trinitario de Dios", el mensaje de Fátima, E. Bueno de la Fuente.
Estando a solas Lucía, la capilla se iluminó y sobre el altar apareció una Cruz iluminada (Dios-luz del mundo) que llegaba hasta el techo. En otra luz más clara, sobre la parte superior (de la Cruz-Redención) se veía un rostro de un hombre con cuerpo hasta la cintura (Dios-Padre-fuente de Gracia y Misericordia); sobre el pecho una paloma (Espíritu Santo), y un hombre crucificado (Jesucristo-Encarnación). Un poco más abajo de la cintura se veía un cáliz y una Hostia (Eucaristía) que desprendía gotas de sangre que resbalaban por el rostro del Crucificado y de la herida de su costado y que caían en el cáliz (sacrificio de la Santa Misa). Debajo del brazo derecho de la Cruz, estaba A Nossa Senhora con su Inmaculado Corazón en la mano izquierda. Debajo del brazo izquierdo de la Cruz, unas letras grandes escritas con agua cristalina vertidas sobre el altar bordaban las palabras "Gracia y Misericordia". Su confesor le aconsejó escribir todo lo que había percibido en esa visión sobrenatural para ponerlo en conocimiento del Papa. La petición de la consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María está estrechamente ligada a la devoción de la reparación de los cinco primeros sábados del mes. La teofonía de Tui une los misterios de la Trinidad, de la Redención y de la Gracia. En Tui, dios prometió "convertir" a Rusia para salvarla, gracias a su Misericordia. Iuxta Crucem, sola, de pie con el corazón traspasado místicamente por la misma lanza que atravesó el pecho de su Hijo, María Santísima; Ella es medianera, auxilio de los cristianos y corredentora de la Humanidad. Posiblemente, debido a esta visión de la Virgen, Lucía hace votos perpetuos con el nombre de Hermana María de los Dolores.
En Tui tuvo lugar el encuentro entre sor Lucía y san Josemaría, acompañado del beato Álvaro, amigo del obispo Monseñor López Ortiz. La Hermana Lucía hizo las diligencias burocráticas necesarias para que san Josemaría y el beato Álvaro entrarán en el país vecino y pudieran postrarse ante la Virgen de Fátima. San Josemaría fue el primer peregrino de Fátima en ser elevado a los altares (1992). En Fátima escribió el prólogo al Santo Rosario, libro en el que anima a dirigirse a Nuestra Madre y a través de Ella a la Santísima Trinidad, porque "el principio del camino que tiene por final la completa locura por Jesús es un confiado amor hacia María Santísima".
"Al final, mi Corazón Inmaculado triunfará"; esta es la promesa esperanzadora del mensaje de Fátima. María será glorificada con la victoria de su Corazón Maternal, que será la más alta expresión de la victoria de Dios". La libertad hacia el mal ya no tiene la última palabra. Desde aquel momento cobran todo su valor las palabras de Jesús: "padeceréis tribulaciones en el mundo, pero tened confianza; yo he vencido al mundo" (Jn 16,33), cardenal Joseph Ratzinger.
in Atlántico Diário
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