Gabriel Campo Pavón y Rubén Millán, del Kayak Tudense, lograron ayer clasificarse para la ronda final del K-2 1.000 metros en la que se dirimirá la pareja que obtendrá el último billete para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Los palistas del Kayak Tudense accedieron a la final tras ser segundos en su ronda clasificatoria, por lo que evitaron tener que acudir a la semifinal. Campo Pavón y Millán llegarán más descansados que algunos de sus adversarios a la regata decisiva, que tendrá lugar hoy. Los dos palistas del Tudense cumplieron con su objetivo, aunque se vieron superados por los húngaros Tibor Hufgnagel y Bence Dombvari en el tramo final. No obstante, los dos transmitieron buenas sensaciones en una prueba dura y exigente. El viento fue uno de los grandes protagonistas de su regata, ya que perjudicó a los dos primeros barcos.
Tanto Gabriel Campo Pavón como Rubén Millán señalaron que «la exigencia en este tipo de competiciones es máxima. Queríamos asegurar la clasificación y lo logramos. Ahora hay que descansar bien para la final». El desafío olímpico para ambos será si logran la primera posición, ya que otro resultado no les sirve.
Además de Pavón y Millán, otros palistas gallegos cumplieron sus objetivos y a lo largo del día de hoy afrontarán las regatas decisivas para conseguir las plazas olímpicas a las que optan. Cristian Toro, del Fluvial de Lugo, y Saúl Craviotto, ganaron su serie en K-1 200 mostrando una gran fortaleza; Diego Romero en C-1 1.000 metros fue tercero en su serie, y para las finales ya estaban clasificados André Oliveira y David Fernández, ambos del Firrete. El preolímpico continental se disputa en Duisburg (Alemania).
in La Voz de Galicia
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