El palista tudense lanza todos los años una campaña para autofinanciarse
La cantidad de dinero que mueven algunos deportes escapa a nuestra imaginación. Pocos campeones del mundo se han visto en la tesitura de tener que ingeniárselas para conseguir financiación. Es el caso de Iván Alonso. El triple campeón mundial de maratón en K2 y K1 promueve una iniciativa de crowdfunding cada año desde el 2014. La falta de apoyos al piragüismo y el difícil panorama para conseguir patrocinio privado fueron la clave para llevar a cabo esta idea.
Bajo el nombre de Desafío Brandeburgo, Iván Alonso ha realizado una campaña para conseguir fondos que le permitan asumir los gastos anuales que genera el piragüismo: «Para estar a un alto nivel con tanto entrenamiento, a veces no puedes hacer horas de trabajo para subsistir y al final hay que buscar como compensar eso», señala Iván que por tercera temporada consecutiva realiza esta iniciativa.
Para conseguir la financiación, pone a la venta artículos relacionados con su figura: «La primera vez buscamos una taza. El nombre de todos los que la compraron iba en la piragua. Ahora es la pulsera. Voy en la pértiga de mi pala con el mismo diseño que la pulsera. La acogida está siendo la mejor de las tres, acertamos este año porque es una pulsera muy divertida con emoticonos y a todo el mundo le está gustando. En una semana llevamos 450 pulseras vendidas y ya se están haciendo otras 300 para poder seguir con la iniciativa», explica Alonso, aunque aclara que el proyecto solo «cubre un 10 % de la temporada». El resto de la financiación se logra gracias a sus patrocinadores privados, alguna ayuda de las administraciones y, sobre todo, su propio dinero: «Al final tienes que hacer números para ir sumando lo de toda la temporada y aún así siempre acabas poniendo dinero de tu bolsillo».
Sin embargo, esta temporada la Federación le pagará su estancia en Brandeburgo, pero esta es una suerte con la que no cuentan todos los piragüistas: «A este Mundial sí que voy financiado por ser el K2 titular de España y por haber obtenido una medalla en el Mundial anterior de K1. Menos seis o siete deportistas, el resto tienen que pagárselo ellos», ilustra el palista del Club Tudense.
Además de las ayudas económicas, contar con facilidades en otros ámbitos en ocasiones se agradece más que el dinero. En este apartado, Iván Alonso se siente afortunado por las comodidades que le ofrece su trabajo para compatibilizarlo con el entrenamiento de kayak: «Yo trabajo en Decathlon en Vigo y en tema de horarios para poder sacar el máximo tiempo de entrenamiento me ayudan mucho. Me dan fines de semana para poder ir a competir. Si realmente no tuviera esa parte de apoyo sería muy difícil».
En septiembre, Iván Alonso afrontará un Mundial más, esta vez en Brandeburgo. Tanto en la modalidad de K2 junto a Diego Piña como en individual, Iván tiene muy claro cuáles serán las metas: «Desde Singapur para aquí vengo buscando las medallas tanto en europeos como en mundiales. En K2 intentaremos revalidar el oro del Europeo de Pontevedra y en el K1 quitarme la espinita de la mala salida en el Europeo y luchar por ganar. Si no se puede, al menos lograr alguna medalla».
in La Voz de Galicia
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