terça-feira, 24 de fevereiro de 2015

Valenciana Solange Pereira Con los Juegos de Río de Janeiro en el horizonte

Mejorar en el plano físico, pero también en el psicológico. Ése es el objetivo de una Solange Pereira cuyo talento explotó la temporada pasada y que todavía quiere seguir dando pasos en una carrera deportiva que se antoja será aún mucho más fructífera. Humilde y tímida por naturaleza, ser consciente de sus posibilidades, en definitiva, creérselo, es una de las asignaturas pendientes. "El año pasado me ponían como la sorpresa del Campeonato de España y en éste igual, pero creo que ya estoy ahí y tengo que pelear por las medallas", afirma.
Sin embargo, se rebela contra esa tendencia de dejarla un tanto en segundo plano mediático a la hora de competir a nivel nacional. "Parece que hay un grupo de atletas por encima y que no cuentan con el resto", señala, antes de reconocer que "todos los deportistas, y yo también, tenemos que mejorar en el aspecto psicológico, que es muy complejo". En su caso, su forma de ser la penaliza en más de una ocasión. "Sin querer te autopresionas muchísimo. Cuando me planteo un objetivo y no lo consigo me quedo disconforme. Por ejemplo, al no haber conseguido la marca mínima para Praga me vine un poco abajo", admite. "Tengo una actitud a veces muy pesimista, y en las competiciones muchas veces la clave es creérselo y luchar por ello", añade.
El Mundial al Aire Libre es el horizonte que tiene en mente, aunque con un segundo objetivo, tan complicado como ambicioso, detrás, la presencia en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. "La meta es acercarse a la mínima del Mundial, y si lo consigo, los Juegos Olímpicos están mucho más cerca, porque las marcas que piden son similares", afirma. Estar en el Campeonato del Mundo supone lograr un tiempo de 4.06. O lo que es lo mismo, rebajar incluso su marca personal, que está en 4.11. "Quiero bajar de esa barrera psicológica que son los 4.10. Y lo voy a intentar con todas mis fuerzas", manifiesta.
Eso supone que su reconocible figura podrá seguir viéndose corriendo por las calles de Cangas, una villa a la que decidió mudarse hace casi ocho años para estudiar cerca de su familia -natural de Valença do Minho- y en la que reside desde entonces con su pareja.
in Faro de Vigo

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