Un guardia civil fuera de servicio impidió a las 21.30 horas del pasado martes que un hombre portugués se arrojase al río Miño desde en antiguo puente internacional. El agente pasaba por el lugar cuando otro hombre del país vecino le pide ayuda para evitar que se tire del puente abajo, pues estaba colocado del lado exterior, con clara intención de arrojarse. Entre los dos consiguieron reducirle hasta llegar la patrulla del cuerpo. El hombre tiene antecedentes policiales.
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