Feria de Valença do Minho, día del Pilar festivo en España, 28 grados de temperatura. Centenares de gallegos, la mayoría en grupos familiares y procedentes de Vigo y del sur de la provincia de Pontevedra, eligieron este destino para pasar el día y para realizar compras. El desplazamiento en masa originó retenciones de circulación en el último tramo de la autovía Vigo-Tui, a la entrada de Valença do Minho (Portugal), y una circulación densa a través del antiguo Puente Internacional. En la ciudad valenciana también hubo atascos en las horas "punta".
La enorme explanada de la "feira", abarrotada de gente, esperaba a quienes llegaban sobre el mediodía. Riadas de visitantes se abríann paso a través de las "calles", entre los puestos.De ellas, la gran mayoría tenía previsto comer en Valença y terminar de pasar allí un día soleado que más parecía de pleno verano. Es el caso de Maribel Barreiro y María Caneda Vidal, que llegaron desde Villagarcía y habían comprado una alfombra, ropa para bebé y por la tarde esperaban seguir para adquirir calzado, todo con planes y buena disposición para pasar un día agradable. Desde Vigo llegaron Guille con su esposa Sandra, su hijo Alan y una amiga, explicaron que "hemos comprado de todo. Lo que nos ha parecido la mejor oferta es un edredón por 20 euros. Hemos ahorrado, pero lo mejor de todo es pasarlo bien aquí, donde vamos a comer".Víctor Hervella, de Soutomaior, acudió con su familia con la misma idea. Encontró una alfombra por 50 euros, compró cerámica, ropa y juguetes educativos de madera para su hija.Ninguno de los vendedores del mercado reconoció que fuese el de ayer un día de grandes compras. "Hay público, pero son pocos los que se deciden a comprar", coincidían en afirmar. Es el caso de Carlos Azevedo, de Vilaverde (Braga). "Hay mucha gente que sólo viene a pasear", opinó. En su puesto se podían adquirir pijamas de invierno para bebés a 7,50 euros; trajes con complementos para niña entre 13 y 15 euros; mantas de cuna a 20 euros "¡y son españolas!", precisó el vendedor, para asegurar así su calidad.Rosa Barbosa, de Paredes de Coura vende pantalones vaqueros entre 10 y 35 euros la pieza. Su queja era la misma: pocas ventas. Carlos Valentín, de Braga, está al frente de un puesto de bolsos de diferentes marcas, entre 10 y 45 euros la unidad. Las ventas son bajas, lamenta.María Pais Moreira, de Braga, vende mandilones, mandiles, batas... "el negocio está ´fraco´. Vienen y no compran. Preguntan y no vuelven", indicaba.Francisco Ferreira, de Barcelos, vende "farrapos" de diversas medidas y calidades, entre los 3 y 100 euros, dependiendo de la pieza y del material con el que está elaborada. Sumaba su queja a la del resto de ambulantes.En la "feira" se puede encontrar de casi todo, desde arcones de madera que cuestan 55 euros, a tresillos de salón a 300 euros; jerseis a 5 euros; mantas a 20 euros; sábanas térmicas a 10 euros; polares a 9 euros; toallas a 1 euro...Los amantes y entendidos en pájaros tenían ayer para elegir parejas de preciosos colores que vendían entre 50 y 100 euros el par.En cuanto a la gastronomía, en Valença hay establecimientos hosteleros aptos para todas las economías que ofrecen plato del día a 8 euros. En la fortaleza, las calles se llenaron, sobre todo en horas de tarde. El bullicio correspondía a la cantidad de personas que recorrían las calles más céntricas. Se veía como entraban en los comercios, algunas personas salían con bolsas, otras no. Muchas de las terrazas se llenaron de clientes en un día de clima estival que suavizó la temperatura a media tarde e invitaba a disfrutar de las últimas horas de ocio, en Portugal.in Faro de Vigo
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