Se cumplieron recientemente 500 años desde que el convento de clausura de las clarisas de Tui conocido como el de “Las Encerradas” se inauguró. En 1058 un grupo de diez mujeres tudenses, fundaron un beatario para vivir su vocación religiosa. Y lo hacen en pleno recogimiento ya que no se permite la entrada a la zona conventual y hay rejas en todas sus ventanas. Las monjas ocuparon inicialmente una vivienda que todavía se conserva frente a la Iglesia. Después el obispo Miguel Muñoz les donó, en el año 1544, la antigua iglesia de Santa María de Oliveira y terrenos contiguos para edificar el actual monasterio y templo. El edificio actual es una construcción barroca con portadas de este estilo tanto en la iglesia como en el convento. El convento de las Clarisas también es famoso por el pasadizo abovedado que comunica el convento con la parte alta de la ciudad de Tui y la zona entre las murallas. Las monjas clarisas son parte del día a día de la ciudad tudense. Y es que sus campanas marcan las horas en la villa y sus peces de almendra son el mayor reclamo gastronómico de Tui.
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