Cientos de gallegos y también asturianos tuvieron ayer un punto de destino común: la Feira dos Santos que se celebra en la ferigresía de Cerdal, en Valença do Minho (Portugal). Un año más consolidó su liderazgo como la mayor de la zona Norte del país vecino. Colas de más de seis kilómetros se formaron en autovía desde Valença ciudad y carreteras de acceso, en dirección al cruce de San Pedro da Torre, hacia el gran torreiro de Sao Bento da Lagoa. Allí, bajo un enorme manto de lonas, los puestos siguen ofreciendo en el día de hoy los más diversos productos. En grandes carpas pueden degustarse platos típicos servidos por restaurantes ambulantes donde se cocina de cara al público. El recinto se ve como una explosión de color, gentes, aves, ganado, olores y sabores.
Dos vecinas viguesas, Mari Carmen y Lucía, como la mayoría de los consultados estaban allí "por pasear y para comer en Valença". Comenzaron por probar dulces de coco que compraron en el puesto de María Goretti, vendedora que acude todos los años desde Oporto. "Los dulces más típicos en esta época son el Pao de Deus, Regueifa Doce, Pao amarelo y beijinhos".
En el primer comedor ambulante los matrimonios formados por Benjamín, Otilia, Carmen y Germán, habían llegado en autobús desde Vimianzo (A Coruña). "cada año venimos y nos gusta el bacalao y la costilla, asados". Primero comieron y después pensaban comprar algo, si era de su gusto.
Tenían donde escoger, desde aves, como gallinas "kikas" sedosas, al precio de 30 euros el par que venían David Paulo y Gloria López, de Caminha; hasta pavos vivos al precio de 35 euros. Elsa, de Monçao, vendía árboles y flores para plantar, como un hermoso olivo a 100 euros; limoneros y naranjos a 7,50 euros y rosales a 5 euros, según el tipo.
Al precio de 1 euro podían comprarse cientos de artículos diferentes, desde un matamoscas, a pinzas para la ropa, cintas adhesivas, gomas para el pelo, plumero, diademas, coladores...
En medio del maremagnum de gente y puestos, se asaban "frangos" para vender, se podían comprar todo tipo de tisanas para la salud. Más adelante el olor a sardinas asadas guiaba a un nuevo comedor ambulante donde estaban sobre la parrilla costillas y otros "delicatesen" procedentes del cerdo. No faltan los puestos de venta de aceitunas, fruta, patatas, cebollas, verdura para plantar, útiles del campo, ropa de vestir de todo tipo, ganado, sobre todo caballos, ponys y burros y maquinaria agrícola.
Hay aparcamiento para vehículos al precio de 2 euros, tanto en terrenos particulares como públicos.
in Faro de Vigo
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