Manuel Pedrares Alonso, uno de sus entrenadores, representa la filosofía de un club por el que siente pasión
Manuel Pedrares Alonso (Tui, 1981) representa una de las formas más intensas de pasión por el deporte. Es uno de los entrenadores del Kayak Tudense, el mejor equipo de piragüismo de España y un icono dentro de la entidad. Su trabajo y dedicación desde hace más de quince años le ha convertido en una pieza clave e indispensable dentro de su estructura. Manuel tiene varias responsabilidades, todas asumidas con una particular implicación en su trabajo. "Es un hombre tranquilo. Nunca le he visto enfadado", sostienen los deportistas y también los otros técnicos.
Jugó al baloncesto, pero a los doce años se decidió por el piragüismo. Se esforzó hasta conseguir ser subcampeón de España en K-2 en la categoría cadete junto a Fernando López. Sus esfuerzos era intensos hasta que un día dio un paso adelante. Explica que "llegó un momento que fue consciente de que sería mejor entrenador que deportista. Fue una decisión complicada pero no me arrepiento".
Inició una nueva etapa en el Kayak Tudense. Junto a Esteban Alonso han logrado varios títulos nacionales y muchos de sus deportistas han competido con éxito en el ámbito internacional. Los dos conforman un equipo sin fisuras. Sin embargo, Manuel Pedrares afirma que "Esteban coordina más el trabajo. Se le da mejor. Pero los dos nos mojamos cuando es necesario. No hay privilegios".
Hay dos grupos para los entrenamientos, perfectamente coordinados. Los deportistas que entrena Manuel le conocen bien. Uno de ellos desvela que "no le he visto dar un grito, ni perder las formas. Lo dice todo con naturalidad, pero contundente. Es claro y rotundo. Le hacemos caso por eso".
Manuel Pedrares Alonso está acostumbrado a dirigir su lancha neumática, que maneja con una soltura increíble. Conoce el río Miño a su paso por Tui como la palma de su mano. Sabe donde está el peligro, donde hay una roca y por donde pasar para evitar las fuertes corrientes. Elementos claves para un entrenamiento riguroso. Desvela que "algunas veces se me escapa algún deportista al control del entrenamiento. Pero lo recupero enseguida. Saben que no me pueden evitar por mucho que lo intenten".
Su jornada de trabajo se inicia a primera hora de la mañana. Cazadora de color naranja, casi siempre, botas y las llaves para abrir la puerta del club. Si hay que hacer un traslado da las órdenes precisas. Los barcos se cargan en los remolques, se comprueba que cada uno lleve lo necesario, se revisa la furgoneta? Todo ello sin agobios ni estridencias.
El entrenador posee una personalidad con la que se ha ganado muchos amigos. Y por eso también es uno de los principales responsables del Descenso del Miño, la emblemática regata que este año se disputará el 13 de agosto. Se ocupa de casi todo. En el club reconocen que "el descenso no sería lo mismo sin él. Se lo curra desde muchas semanas antes. Y siempre es el primero en llegar y el último en irse. Lo mismo conduce un coche, baja unos barcos o hace bocadillos. Imprescindible".
A Manuel Pedrares Alonso le apasiona el piragüismo. Su trabajo de entrenador le ha permitido llegar a ser internacional. Formó parte de la selección española en varias competiciones, sobre todo de maratón. También con su club. "Esteban tiene un pequeño problema con los aviones. Así que a veces voy yo", dice con modestia y entre sonrisas.
En 2013 vivió una experiencia única. El Campeonato de Europa de maratón se disputó en Vila Verde (Portugal), muy cerca de Tui. Su misión allí fue asistir a los palistas españoles, entre ellos Iván Alonso y Emilio Merchán, componentes del K-2. Ambos tienen que pasar por una zona de tierra durante cien metros. Manuel Pedrares aprovecha ese tramo para darles bebida. Todo ello mientras los tres corren sobre el césped. Es una maniobra que parece sencilla, pero tiene su riesgo. Y el entrenador asumió el suyo. Sufrió una ´voltereta´ que se convirtió en una de las imágenes del campeonato. Iván Alonso recuerda que "le vimos, se acercó como siempre y después no sé que pasó. Le vi en el suelo, pero nada más. Después nos reímos con el detalle".
Otra de sus experiencias internacionales la vivió en el Mundial de Pista en Milán (Italia) durante el pasado mes de agosto. Fue como espectador, pero sorprendió que acudiera a las ocho de la mañana al campo de regatas y se marchara a las seis de la tarde, el horario de las pruebas. "Si vengo aquí es para ver piragüismo, sino me quedo en casa", resalta. En su agenda están muchos palistas internacionales, a los que conoce sobre todo por sus características técnicas.
Esa misma pasión pone Manuel Pedrares en la actual temporada. El próximo mes de marzo, el Kayak Tudense afrontará el Campeonato de España de invierno, una cita clave en la campaña. "Vamos a intentar ganarlo. Es nuestra obligación. Eso me daría mucha alegría", dice. Sabe que deberá realizar un esfuerzo extraordinario durante cuatro intensos días. Su otras pasiones se llaman Ana, su mujer, y su hija Noa. Hoy, domingo, Manuel Pedrares está de cumpleaños. Lo celebrará con su familia, vinculada también al mundo del piragüismo. Pero eso ya es otra historia.
in Faro de Vigo
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