La fase final de las obras de refuerzo de cimentación de los pilares del antiguo puente internacional sobre el río Miño, que une las ciudades fronterizas de Tui y Valença do Minho (Portugal), construido hace 127 años, comenzó a las 22.15 horas de ayer y se prolongará hasta la una de la madrugada de mañana miércoles. El tráfico rodado permanecerá cortado 27 horas, con coches patrulla de GNR y Policía española en ambos extremos.
Los vehículos tienen como alternativa el paso por el nuevo puente internacional que enlaza con la autovía Vigo-Tui.
Susana Abrantes, del departamento de Comunicación e Imagen de la Red Ferroviaria Nacional de Portugal (Refer), avanzó sobre este proceso técnico que "los trabajos están relacionados con la repavimentación rodoviaria de la zona de los encuentros del lado de Portugal y España", es decir, en el centro del puente.
Ha sido necesario el corte de tráfico rodado debido al reducido espacio disponible en cada uno de los lados que imposibilita la realización de los trabajos por fases. Otro factor que se ha tenido en cuenta es la seguridad de los medios que intervienen.
"La obra se halla en su fase final, con la rehabilitación de la cimentación del último pilar (P2) y la sustitución de los aparatos de apoyo existentes en el puente", indica Abrantes. En este sentido, se refiere la colocación de nuevos aparatos de apoyo de hierro, combinado con neopreno. Para realizar esta operación es necesaria la utilización de gatos hidráulicos para la elevación del tablero y proceder a la reposición de estas piezas.
La obra requirió en su día la utilización de una secadera que se trasladó por el río Miño, desde Goián, para proteger los pilares con una armadura envolvente, hecha de hormigón C40/50, que es especial y resistente al agua que controla la retracción, como informó el cuerpo técnico de REFER. Debajo de dicha armadura de hormigón se colocan columnas de cemento que rodean el pilar. Se utilizan cien metros cúbicos de hormigón para cada uno de los pilares.
La finalización de la obra estaba prevista para el pasado mes de junio, pero el mal tiempo impidió el ritmo de trabajo que se había planificado para las distintas fases. Esta obra costeada conjuntamente por España y Portugal, se realiza con el fin de aumentar la resistencia del puente para el transporte de mercancías por ferrocarril.
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