segunda-feira, 13 de abril de 2015

Turismo farmacéutico en la «raia»

Las escapadas a Tui y Valença repuntan gracias al buen tiempo, los festivos y los encargos de la vacuna contra la meningitis B, que no se vende en España
«La prioridad era conseguir la vacuna así que esperamos al puente de Semana Santa para aprovechar el viaje y hacer un poco de turismo con más calma». Una pareja de Santiago explica así su estancia de fin de semana en Valença tras recoger varias dosis de la vacuna contra el meningococo B en una farmacia del municipio. Prefieren mantenerse en el anonimato porque «aunque no tenemos nada que ocultar son muchos los gallegos que están haciendo lo mismo». «Es que, aunque sea absolutamente legal, el hecho de que no se venda en las farmacias españolas y tengamos que acudir a Portugal nos hace sentir como contrabandistas, es absolutamente injusto», comenta otra de las mujeres gallegas que está en la cola para reservar la vacuna. «Aprovechamos que este fin de semana hay puente hasta el martes en Tui para venir a ver a la familia y acercarnos a la botica en Valença», señaló ayer un vigués durante el certamen gastronómico de San Telmo.
Conseguir datos reales del número de dosis que cruzan el Miño es imposible. Los farmacéuticos lusos guardan el celo que aseguran obliga su actividad, si bien es evidente que proliferan los viajes organizados a las farmacias lusas. A la una de la tarde del sábado pasado, había al menos tres parejas en la cola de una de ellas. Es fácil reconocerlas porque acuden a la farmacia con neveras y bolsas isotérmicas. Algunos se llevan en el momento la vacuna, que ronda los cien euros y otros las dejan reservadas. «Vamos a comer por aquí, luego a la feria y, antes de las nueve recogemos las vacunas y regresamos a casa », confirma una mujer. Al coste de la vacuna hay que sumarle los del viaje, tanto el kilometraje como los 20 euros de media en autopistas si se viene desde más allá de Vigo o Pontevedra. «Por eso nos organizamos para llevar varias en un solo viaje, ahora mismo llevamos casi una decena de encargos», afirman. Son dos dosis por persona en un intervalo de dos meses, «que las administran nuestros médicos» Su malestar es patente. «No nos parece bien que no se incluya la vacuna en el calendario pero es incomprensible que no podamos comprarla en farmacias gallegas, como cualquier otro ciudadano europeo». Defienden su derecho a poder acceder a ella y a sus temores, «porque también conocemos el caso de una menor que falleció por esta enfermedad». Tener que transportarla con medios propios incrementa la preocupación, porque si no consiguen conservar la cadena de frío, la vacuna perdería su funcionalidad. Estas excursiones son similares a las que se organizaron en busca de la vacuna de la varicela.
"Creo que debería estar incluido en el calendario al ser una enfermedad grave"
Ningún pediatra aconseja esta práctica de ir al extranjero a por vacunas. En este caso, muchos profesionales como Nacho Porrit defienden su inclusión en el calendario oficial y la venta en España. El Ministerio de Sanidad sin embargo la ha destinado solo al uso hospitalario. Ignacio Porrit es pediatra en Baiona
-¿Qué opina de esta situación?
-No entiendo por qué no se dispensa en las farmacias españolas y creo que la vacuna, al tratarse de una enfermedad grave, debería estar incluida en el calendario, dado que parece ser eficaz. Aunque entiendo que hay un poco de alarma social.
-¿Aconseja comprarla fuera?
-Yo no aconsejo nada. Solo digo que debería estar en el calendario. Los riesgos de su administración son mínimos, como los de cualquier otra vacuna. Al traerla de lejos existe, eso sí, la posibilidad de que se rompa la cadena de frío y eso afectaría a su eficacia.
-¿Han acudido a su consulta padres con vacunas traídas de Portugal para que las administre a sus hijos?
-Sí ha habido algunas solicitudes, pero en casos muy puntuales. En Baiona se han puesto un par de ellas. No hay orden para actuar con uniformidad, cada profesional decide. Hay una responsabilidad jurídica porque si se administra una vacuna que no está en el calendario y hay efectos secundarios, la responsabilidad podría recaer sobre el personal sanitario.
in La Voz de Galicia

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