terça-feira, 11 de setembro de 2012

Sanfins, memoria del románico



Privilegiado mirador de las dos orillas del Miño, este convento benedictino surge como un espacio mítico con siglos de historia

Llamado Sanfins por la parroquia donde se encuentra, en la fronteriza Valença, este cenobio de larga historia surge entre la vegetación como un espacio mítico donde es posible percibir la austeridad de la vida conventual. Situado en las laderas del Monte Faro, su iglesia recuperada es un magnífico ejemplo del románico en todo su esplendor. El punto es también un sugestivo mirador del Miño, el mismo que veían los monjes cuando en el siglo XII se construyó el convento, aunque la tradición de culto en estos parajes se remonta mucho más atrás.
Los registros indican que hacia el año 604 ya debía existir un templo que con los siglos daría fama al lugar. La Câmara Municipal de Valença ha habilitado dos trayectos que permiten conocer la riqueza que rodea esta joya románica. Uno de ellos es el "trilho" -sendero- "Entre mosteiros" que, con un recorrido de once kilómetros, muestra también otro emblemático monasterio, el de Ganfei, cuna de São Teotónio, el primer santo portugués, cantado por Camões en "Os Lusíadas" y canonizado en 1163 por el Papa Alejandro III. Otra ruta, la que parte de la capilla de la Senhora do Faro, pasa también por estos parajes a los que hay que acercarse a pie para contemplar el entorno en el que habitaron los frailes, entre la dura montaña y una fraga de carballos. Entre caminos antiguos todavía es posible observar los vestigios de viejos sistemas de riego y, al poco, aparece la iglesia románica, declarada Monumento Nacional en 1910.

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