Portugal reclama al empresario vigués 650.000 euros en ayudas a la fábrica que ahora está cerrada
El presidente del Grupo Rodman Polyships, Manuel Rodríguez, indicó ayer que la entrada en funcionamiento de la planta de Valença "es cuestión de tiempo y cuando las circunstancias mejoren".
Rodríguez respondió así a las demandas del Gobierno de Lisboa para que devuelva 650.000 euros en ayudas "por incumplimiento de los compromisos". La firma viguesa recibió 500.000 euros de subvención del Ejecutivo luso y otros 150.000 del ayuntamiento de Valença para la compra de terrenos, en reducción de impuestos y para formación del personal.
"El convenio se firmó en 2005 cuando las expectativas del negocio eran diferentes. Los primeros perjudicados fuimos nosotros porque invertimos 20 millones de euros frente a menos de un millón que aportaron las autoridades lusas", señala Manuel Rodríguez.
Según el presidente de Rodman, la empresa formó a 135 trabajadores y la planta se tuvo que cerrar "porque el mercado portugués no es el que era. Si no vendemos barcos no los podemos construir". Aseguró que si le reclaman esa cantidad "la planta desaparecerá como tal y se convertiría en un almacén".
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